Ambos casos subrayan la importancia de los esfuerzos coordinados entre las autoridades policiales y judiciales para combatir la violencia de género y los delitos sexuales en Sinaloa.
Redacción | ADN Informativo
Culiacán, Sinaloa. – La fiscalía general del Estado de Sinaloa informó la detención de Manuel Antonio “N” y la condena de Alfredo “N” en casos separados que han causado indignación en la sociedad.
En Mazatlán, elementos de la Policía de Investigación, adscritos a la Unidad de Inspección Regional Zona Sur, ejecutaron una orden de aprehensión contra Manuel Antonio “N”, acusado de feminicidio en grado de tentativa.
Según las investigaciones, el 4 de mayo de 2024, el imputado atacó con un arma blanca a su expareja en la colonia Olímpica de Mazatlán, además de amenazarla de muerte. Tras la agresión, el hombre abandonó el lugar, dejando a la víctima gravemente herida.
Gracias a la rápida intervención de los servicios de emergencia, la mujer recibió atención médica inmediata, lo que permitió salvar su vida. La víctima declaró que durante su relación con el acusado sufrió constantes episodios de violencia física, verbal y psicológica.
El sábado 4 de enero de 2025, Manuel Antonio “N” fue presentado ante el Juzgado de Control y Enjuiciamiento Penal de la Región Sur. Durante la audiencia inicial, el juez le impuso la medida cautelar de prisión preventiva justificada y estableció un plazo de seis meses, hasta el 5 de julio de 2025, para la investigación complementaria.
En un caso distinto, Alfredo “N” fue condenado a 26 años y 8 meses de prisión tras aceptar su culpabilidad en un procedimiento abreviado por el delito de violación equiparada agravada. Los hechos ocurrieron en 2022 en la colonia Francisco Alarcón, en Culiacán, donde Alfredo abusó de dos menores de edad, de 14 y 17 años, hijas de su pareja sentimental con quien mantenía una relación de concubinato.
Durante el proceso judicial, las autoridades documentaron el grave impacto físico y psicológico que los abusos tuvieron en las víctimas, lo que llevó al juez a imponer una sentencia ejemplar. Además, se ordenó que Alfredo pague una compensación económica de $33,600 pesos para cada una de las víctimas, destinada a la reparación del daño psicológico y moral causado.