De concretarse la deportación de sinaloenses de Estados Unidos no sólo afectaría en los temas como la generación de empleos, disponibilidad de los servicios públicos y vivienda, sino que también acentuarían los problemas de pobreza que tiene Sinaloa, donde de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Humano (Coneval) en 2014 el estado tenía un millón 167 mil pobres.
César Valenzuela Espinoza, presidente del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, lo anterior tendrá su punto central en la reducción de las remesas que envían los connacionales, mismas que desde hace años contrarrestaba la descapitalización de los campos agrícolas y pesqueros.
El economistas indicó que al no existir cifras reales sobre el número de sinaloenses que radican en Estados Unidos y de cuántos podrían ser deportados, es difícil cuantificar el impacto que tendrá en la economía sinaloense la medida anunciada por Donald Trump.
“En términos generales tenemos que cualquier efecto que haya en términos migratorios pues no va a afectar; que significa esto, antes la pobreza no era un problema serio, pero ya por los datos que se publican lo es; qué es lo que nos ayuda a contrarrestar. Lo que nos ayuda a contrarrestar son las remesas y si esas remesas se ven reducidas pues vamos a tener un efecto que nos va a afectar severamente”.
Valenzuela Espinoza comentó que si esta medida de deportación se hubiese dado hace 20 años atrás el impacto sería menor, ya que las actividades agrícolas y pesqueras eran más redituables, además, de que se los sueldos eran mejores a los que se tienen actualmente, las cuales calificó, junto con el crecimiento del 8.3 por ciento en el segundo semestre de la economía, como una fantasía, pues el estado se mantiene entre las entidades con menores crecimientos.
Cristina Medina
