Cientos de sobrevivientes de la masacre cometida en octubre pasado en Las Vegas, Nevada, que dejó 58 personas muertas y más de 500 heridos, interpusieron hoy una demanda contra el casino Mandalay Bay, donde se alojaba el agresor, y una firma promotora de conciertos.
Las demandas, presentadas en el Tribunal Superior del condado de Los Ángeles, argumentan que tanto el personal del casino como del concierto, hicieron poco por evitar el tiroteo, perpetrado por un hombre identificado como Stephen Paddock, quien se suicidó tras la matanza.
Los litigios, que podrían prolongarse por años, apuntan contra el Mandalay Bay Resort and Casino, así como su propietario, MGM Resorts International, al considerar que sus operadores «incumplieron su deber de cuidado razonable» al fallar en darse cuenta de que Paddock acumulaba armas en su habitación.
Tampoco respondieron al incidente con la rapidez suficiente para impedir que Paddock disparara contra el guardia de seguridad, Jesús Campos, antes de iniciar la masacre, indicaron.
Más de 30 demandantes recibieron disparos, entre ellos familiares de las víctimas.
Al menos un centenar de los demandantes sufrió lesiones diversas y otros 250 tenían trastorno de estrés postraumático, alegaron los abogados.
