A propósito de la celebración ayer del día del estudiante en el país entero, es mi intención compartir esta mañana mis reflexiones acerca del poder positivo de la juventud en Culiacán. Junto a ello pretendo también analizar cómo impulsar las aportaciones de esta fuente de energía en favor de una mejor Ciudad.
¿De qué tamaño es la fuerza de la juventud? ¿Qué pueden llegar a hacer los jóvenes en beneficio de la comunidad en donde viven? ¿Les hemos otorgado el espacio a nuestros jóvenes para desplegar su potencial? ¿Les hemos preguntado qué opinan de su comunidad? ¿Hasta qué punto hemos aprovechado su potencial en Culiacán?
Observar que, de la población total en Sinaloa entre las edades de 15 a 24 años, sólo asiste a la escuela el 52% sin que te asombre es ignorar uno de los problemas más graves de nuestro entorno.
Es decir que, el 48% de los jóvenes en este rango no merecen nuestra felicitación en el día del estudiante. Pero más allá de la congratulación merece la pena detenerse en los por qués y en los impactos de estos por qués.
¿Qué anda haciendo está casi mitad de la población que debiendo estar en las aulas no está? ¿Hasta qué grado un buen vecino está obligado moralmente a detectar, a orientar y a apoyar estos jóvenes “perdidos” del sistema educativo?
Hace un par de semanas acudí a un extraordinario evento organizado en el Tec de Monterrey por un grupo de entusiastas culichis llamado TEDx Humaya. La esencia de los eventos TEDxs es la idea de que una charla común puede transformar comunidades positivamente. Así sucedió con la participación de un joven veracruzano de nombre Osbaldo Taxilaga, que con discapacidad cerebral llamó la atención de muchos, al dar testimonio de que en su edad secundariana y en medio del bullying decidió no abandonar la escuela y ser conferencista, a pesar de sus dificultades para hablar y caminar.
¿Cómo podremos hacer para que los jóvenes de Culiacán que se sientan en medio de una dificultad reaccionen como Osbaldo y no abandonen su escuela, sus proyectos positivos, su conexión positiva con la comunidad?
No tengo la respuesta idónea a esta pregunta crucigrama, pero si puedo comentar de un par de esfuerzos ciudadanos a los que vale la pena acercarse cuando el desafío es de este tamaño: SUMA Sociedad Unidad y Paco El Chato.
SUMA, a la que puedes ingresar a través de sumate.mx, es una iniciativa que le presenta a los jóvenes de secundaria en Culiacán retos para convertirse en constructores de paz. Es posible que este modelo de intervención este presente en la escuela a la que acuden tus hijos, sobrinos o conocidos. Pregúntales y sugiéreles que se sumen.
Por su parte, Paco El Chato es una plataforma en internet y una app que ayuda a los alumnos a resolver sus tareas de una manera sencilla, rápida y entretenida. Este sitio web a engachado a miles de muchachos y lo ha catapultado hacía aspiraciones para obtener su título profesional.
Estoy seguro que hay más elementos para ayudar a nuestros jóvenes a transitar con éxito su etapa más veloz de cambios hormonales: el deporte, la música, las artes, los buenos ejemplos. Vamos poniendo frente a ellos tareas, desafíos y motivaciones para que sueñen con nosotros un mejor Culiacán.
Hace poco tiempo un funcionario de gobierno dijo que en Sinaloa hay cerca de 12 mil jóvenes inscritos en el programa de “ninis”. Si ellos transitan con éxito este programa de Jóvenes Construyendo el Futuro y después de 12 meses las empresas e instituciones en donde trabajan los contratan formalmente habremos ganado mucho terreno.
El gobierno ya esta haciendo su parte. Y nosotros como vecinos, ¿estamos haciendo la nuestra?
Felicidades a todos los jóvenes de Sinaloa, que estudien o no, están contribuyendo para que habitemos está tierra en mayor armonía.
