ROMA, Italia. (OEM-Informex).- Su Santidad Tenzin Gyatso, XIV Dalai Lama, líder espiritual del budismo en el mundo, confirmó nuevamente ser un huésped incómodo para El Vaticano. Efectivamente, el papa Francisco habría decidido una vez más no encontrarlo, evidentemente para no herir la sensibilidad de la República Popular China y por lo tanto, el difícil y delicado diálogo diplomático entre ambas partes, que en los últimos tiempos ha registrado significativos progresos.
El Dalai Lama recibió el jueves pasado el título de ciudadano honorario de la ciudad de Milán y se reunió con el arzobispo de esta metrópoli del norte italiano, cardenal Ángelo Scola, provocando la inmediata protesta de las autoridades de la República Popular China, a través de la embajada de este país en Italia, que definió la iniciativa como un acto que “ha herido gravemente los sentimientos del pueblo chino”. Algunas decenas de chinos residentes en esta ciudad se manifestaron contra el reconocimiento otorgado al huésped tibetano, mientras que el alcalde Giuseppe Sala afirmó que “Milán ha sido una ciudad abierta en el pasado, lo es en el presente y lo será en el futuro”.
A este respecto, el Dalai Lama dijo que “algunos protestan porque no saben lo que estoy promoviendo y otras protestas son organizadas por las embajadas chinas para crear problemas”. Y con una cierta ironía precisó: “Por lo que a mí se refiere, el Dalai Lama no tiene una importancia política, pero la continuidad del Dalai Lama parece ser muy importante para los chinos. Y además –subrayó- en 2011 me retiré oficialmente de todas las actividades políticas”.
Y sobre el hecho de no haber sido recibido por el jefe de la Iglesia católica, el mismo Dalai Lama confirmó que “El Vaticano probablemente está preocupado por la situacion de los cristianos en China”, agregando que “se trata de una preocupación genuina que debe ser respetada y yo no quiero crear ningún problema en este sentido”. “A veces parece que donde voy creo problemas”, precisó, bromeando hasta un cierto punto.
El líder budista tampoco fue invitado por Francisco a la cumbre interreligiosa del pasado 20 de septiembre en Asís en la que participaron destacadas personalidades de diversas confesiones.
Problemas que no se planteó por ejemplo Juan Pablo II, quien encontró varias veces al Dalai Lama, dentro y fuera del Vaticano. Pero los tiempos y las estrategias diplomáticas cambian también en la Santa Sede.
Se podría decir por lo tanto que, contra su voluntad y más allá de sus intenciones, el Dalai Lama parece haberse convertido en una figura central en medio de una controversia política. La diplomacia vaticana, en la medida de lo posible, trata de no llevar a cabo acciones que aumentan la inestabilidad en una situación ya de por sí complicada, ni adoptar decisiones cuyas consecuencias sean pagadas en este caso por la minoría cristiana que vive en China.
Es desde la época de Mao Tse-Tung que las relaciones entre Beijing y la Santa Sede se encuentran interrumpidas y desde hace varios años se registra un diálogo difícil pero que ha logrado significativos progresos. Sin olvidar en este contexto, el deseo de Francisco de ir pronto a China. Y es en este contexto que un encuentro del jefe de la Iglesia católica con el Dalai Lama podría ser bastante inoportuno para El Vaticano, no obstante la naturaleza pacífica de ambos líderes espirituales.
Con información de www.elsoldemexico.com.mx
