NAVOLATO.- Aunque están conscientes sobre la necesidad de suspender labores por los riesgos de contagio del Covid-19, los restauranteros, marisqueros y comerciantes de Altata advierten, que esta vez, el impacto será inmenso.
Natalia Hernández, líder de los empresarios, expuso que la mayor preocupación que tienen es por el pago de los servicios públicos, pues hasta el momento no les han presentado un plan. El único esquema que les han planteado es la contratación de créditos con tasas de interés preferenciales, sin embargo, no todos podrían calificar o tener la capacidad para cumplir con los pagos.
Asimismo, piden el apoyo de despensas para los trabajadores de los restaurantes, ya que al suspenderse la actividad turística se quedarán sin un ingreso.
“Pues te diré que el impacto es inmenso, no tenemos un plan de contingencia y solo le pedimos al gobierno que nos apoye. Exhortar al gobierno de que nos ayude, de perdida con los servicios públicos, porque no vamos a poder. Nuestra única entrada son los turistas y no se puede y lo entendemos, porque nos tenemos que cuidar. No somos unos inconscientes de lo que está pasando”.
Por el momento lo único que esperan mantener activo es el servicio de pedir para llevar para quienes viven en la sindicatura o bien para quienes se resguarden en las comunidades cercanas como Avandaro.
La empresaria añadió que son alrededor de 800 familias las que depende de la actividad turística que se genera en Altata.
