Chispita, una luz que alegra a los pequeños del Pediátrico
Por 16 años, Elizabeth Hernández ha dado vida a Chispita, una payasita que además de alegrar fiestas y reuniones, ha decido regalar una sonrisa y alegría a los niños que son atendidos en el Hospital Pediátrico de Sinaloa, especialmente a los que se encuentran en el área de oncología.
Fue hace tres años, cuando por invitación del pasito Pipica, Chispita se animó a visitar los hospitales y convertirse en voluntaria para compartir un poco de su tiempo.
“Lo acompañé (a Pipica); y la verdad es que sí es algo que te llena. Creo que para poder darte cuenta qué tanto es lo que tienes ve a un hospital. Hay veces que he salido chillando del hospital; es cuando dices que, aunque andes con problemas en la cabeza, y llegas al hospital y es cuando te das cuenta que lo tuyo no es nada; que teniendo salud puedes hacer todo”.
Cuenta en esta aventura más que ser voluntaria, ha resultado ganadora gracias a la satisfacción que esta labor le ha dado y las experiencias que ha compartido con los pequeños que luchan contra el cáncer. Por esto ha aprovechado las oportunidades que se le presentan para recorrer los nosocomios.
“Tardo dos horas en maquillarme y a veces tengo un evento que les llamo sorpresa que son de 15, 20 minutos, entonces en lugar de irme a la casa a despintarme me voy a dar la vuelta al Pediátrico. Cuando voy les regalo un globo a los niños y hay veces que ni si quiera es necesario, con el simple hecho de tomarles la mano y decirles que todo está bien, de decirles aquí estoy o una cara, se alegran”.
Al igual que Chispita, hoy todos tienen la oportunidad de ponerse las alas por los niños y niña que son apoyados por medio Ganac.
“Estamos invitando a todos para que se unan Ángeles de Esperanza y que nos que nos acompañen en esta noble causa. Necesitamos más manos, de su apoyo y principalmente de su corazón.
Con información de Cristina Medina