Cientos de bomberos portugueses se han movilizado para controlar dos de los principales incendios que arrasan actualmente el país, pero los fuertes vientos y las altas emperaturas aumentan el riesgo de que aparezcan nuevos focos.
El incendio que atacaba desde el miércoles la ciudad de Abrantes fue controlado a primera hora de la tarde, informó Protección Civil.
A pesar de haber detenido el avance de las llamas, más de 500 bomberos, 200 vehículos y tres helicópteros siguen movilizados en torno a las colinas al norte de esa ciudad del distrito de Santarém para impedir la aparición de nuevos incendios.
Gracias a los más de 200 bomberos, 80 vehiculos y un avión bombardeo de agua que continúa lanzando grandes cantidades de vital liquido, el incendio que azotaba la región de Leira fue controlado.
Actualmente en el territorio portugués no queda ningún incendio considerado como activo.
Debido a las previsiones meteorológicas que anuncian temperaturas de cerca de 40ºC en el centro del país, así como fuertes vientos de direcciones variables, las autoridades portuguesas mantendrán la alerta naranja, cuarto nivel de cinco, al menos hasta el lunes por la noche.
Con información de AFP
