Las altas temperaturas pueden convertir a ciertos alimentos como el pollo y mariscos en un peligro para los comensales, pues de no encontrarse refrigerados pueden crear hongos y causar problemas intestinales a la hora de consumirse.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Rafael Félix, indicó que al cierre del mes de junio las enfermedades gastrointestinales registraron un aumento del 27 por ciento.
La población más afectada va de los 25 a 44 años de edad y se presume este grupo sea por situaciones laborales comen en puestos ambulantes.
Rafael Félix recomendó que en caso de sentir algún síntoma de enfermedad diarreica se tome suero vida oral, se evite la automedicación y se acuda a un consultorio médico para prevenir cualquier situación de riesgo sobre todo en niños y adultos mayores.
Con información de Susana Bastidas
