El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que ordenó los ataques con misiles contra un campo de aviación en Siria desde donde se lanzó un ataque con armas químicas, y declaró que actuó en el “interés de la seguridad nacional” de su país contra el presidente sirio, Bashar al Assad.
Funcionarios dijeron que las fuerzas armadas estadounidenses dispararon decenas de misiles crucero contra la base aérea controlada por las fuerzas de Assad, en respuesta al ataque con gas venenoso del martes en una zona controlada por los rebeldes.
Unos 50 misiles Tomahawk fueron lanzados desde buques de guerra de la Armada de Estados Unidos, el USS Porter y el USS Ross, en el este del mar Mediterráneo, y alcanzaron varios objetivos en la base aérea de Shayrat.
Los Tomahawk son misiles crucero, es decir, que usan alas y sistemas de propulsión por reactor que le permiten un vuelo sostenido. Esta arma puede ser lanzada desde un barco o un submarino.
Los misiles Tomahawk tienen una sección transversal pequeña, vuelan a baja altura y son difíciles de detectar. Este tipo de armamento emite poco calor, lo que los hace prácticamente indetectables por tecnología infrarroja, según información de la cadena británica BBC Mundo.
Los Tomahawk tienen un alcance máximo de unos mil 600 kilómetros y vuelan a una velocidad máxima de 880 kilómetros por hora.
De acuerdo con la información recabada, alcanzan su objetivo usando programas de “coincidencia de contorno del terreno”, conocidos como Tercom, que comparan la vista en el terreno con un mapa de ruta. También usan Sistemas de Posicionamiento Global (GPS).
Estos misiles están en servicio desde 1983 y fueron fabricados por la empresa estadunidense General Dynamics y luego por Raytheon y McDonell Douglas.
Existen al menos cinco tipos de misiles Tomahawk que pueden llevar cargas nucleares, de cabezas de guerra convencional o submuniciones, según información pública relacionada con este tipo de armamento.
Con información de www.elsoldemexico.com.mx
