‘Asfixia’ a diario el caos vehicular al sector norte de Culiacán

Estrés, es lo que viven las familias de la zona norte de Culiacán. Por la mañana, al medio día y en la noche es igual, cuando van y vienen de sus actividades cotidianas sin importar el tiempo de anticipación con el que salgan de casa. En cualquier momento se enfrentan a la interminable fila de automóviles.

La prisa, el sonido del claxon, los ‘frenones’ repentinos y los carros que se meten por igual de izquierda a derecha son situaciones que hacen de la espera una eternidad.

El equipo de ADN INFORMATIVO se dio a la tarea de hacer un recorrido con tiempo por las rutas que se dirigen hacia la zona norte de la ciudad para vivir un poco de lo que se enfrentan a diario los habitantes.

Realizamos dos rutas, la primera comenzó desde la Glorieta Cuauhtémoc hacia la avenida José Limón a las 17:56 horas, aunque todavía no era la hora pico, el inicio del puente ya comenzaba su circulación lenta.

Ante la afluencia de autos era imposible avanzar, pero aun así los conductores preferían atravesarse obstruyendo el acceso de los demás cruces.

Al ver la pesadilla que enfrentan los ciudadanos que transitan por la zona, le preguntamos al director de Tránsito Municipal, Pánfilo Díaz Juárez, qué método de vialidad implementan para esta situación ya que retrasa los trayectos de la sociedad.

“Por el embotellamiento que se genera en el bulevar José Limon, se ha cerrado de manera alterna el puente que sube del Niños Héroes, a partir de las 6:30 pm dura máximo 20 minutos, esto para desfogar el tráfico que circula por Insurgentes, Lázaro Cárdenas y bulevar Solano que van al norte ¿Cuándo se hace eso? Entre semana cuando van a la escuela y cuando salen de trabajar”.

Tras continuar con el trayecto, el flujo vial avanzaba lento, los conductores desesperados se cambiaban de un carril a otro.

Después de unos minutos, decidimos doblar a la izquierda hacia la colonia 4 de Marzo. La cantidad de tráfico solo permitía que avanzáramos a una velocidad entre los 15 a 20 kilómetros por hora. La noche comenzaba a caer y los carros abundaban más, situación contraria de los conductores que viajaban de norte a sur.

Eran las 18:30 y la fila interminable de la Central de Autobuses rumbo a la Universidad Autónoma de Occidente parecía no avanzar. Por suerte no coincidimos con el paso del ferrocarril, que, aunque solo obstruye la carretera unos minutos es el tiempo suficiente para que aumente el caos vehicular.

Como ya era oficialmente la hora pico, decidimos regresar a la glorieta Cuauhtémoc.

En el lugar ya se situaba una autoridad de tránsito, sin embargo, los carros con la prisa, ignoraban las reglas de vialidad.

El director de Tránsito Municipal explicó que días atrás colocaban conos naranjas que mantenían un orden, pero los mismos conductores los arrollaban, por lo que decidieron retirarlos.

“Tenemos de planta a dos tránsitos que están ahí por la José Limón, Brasil y Rotarismo; en la tarde cerramos porque hay mayor flujo vehicular, estamos hablando de las 06:30 a las 07:00 o 7:25 pm. Tienen que guardar paciencia, es lo primero para llegar de un punto a otro. Lo que nosotros recomendamos es que respeten los señalamientos y elementos de Tránsito que se encuentra haciendo señales en el lugar”

Es todo un reto trasladarse hacia el norte de la ciudad, aunque los elementos de Tránsito están en sitios estratégicos para mantener un orden, la ciudadanía juega un papel importante. Una cultura de paciencia y apegada a las normas de circulación, hará que el desplazamiento puede ser menos riesgoso y más rápido.