El campo agrícola de los valles de Culiacán y Navolato está limpio, son escasas presencias de plagas en reservorios en drenes y canales, afirmó Miguel Palazuelos.
Julio César Caro | ADN Informativo
Culiacán, Sinaloa. – Con la apertura de la ventana fitosanitaria, se da inicio al ciclo agrícola otoño-invierno 2024-2025. Los primeros cultivos que se establecerán son diversas variedades de chiles y berenjenas, aunque exclusivamente para aquellos productores que cuenten con pozos profundos particulares, debido a las limitaciones hídricas actuales.
Miguel Manuel Palazuelos Arenas, presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle de Culiacán, destacó que se respetó el receso estipulado para no cultivar hojas anchas durante el verano, una estrategia esencial para interrumpir el ciclo de plagas como el picudo del chile y la mosca blanca. En acciones paralelas, técnicos del organismo están aplicando hongos entomopatógenos en los márgenes de drenes y canales, donde la maleza sirve de refugio para estas plagas.
El directivo recordó que la cobertura del organismo abarca 160 mil hectáreas en los valles de Culiacán y Navolato, pero debido a la escasez de agua, en el ciclo anterior solo se otorgaron permisos para 145 mil hectáreas. Esta restricción podría repetirse si los niveles de las presas no mejoran, lo que afectaría la planificación agrícola de la región.
Palazuelos hizo un llamado a los productores de granos a respetar las fechas óptimas de siembra, especialmente para cultivos como frijol, garbanzo y algunas variedades de maíz, que deben iniciarse a partir del 1 de octubre para evitar afectaciones en las plantas.
“En este momento, la mayoría de las tierras están limpias y captando humedad. Es crucial mantenerlas en estas condiciones, y si logramos que caiga una buena lluvia a principios o mediados de octubre, podríamos evitar el riego de asiento y proceder con las siembras”, explicó Palazuelos. Quien confía en que las condiciones de almacenamiento de agua en los embalses mejoren, evitando así restricciones de siembra como en el ciclo anterior.
Finalmente, Palazuelos resaltó que se ampliará la capacidad de producción de insectos benéficos, al estar en construcción dos nuevas salas reproductoras, lo que elevará a diez el número total de estas instalaciones. Esta expansión busca apoyar a un mayor número de productores a través del control biológico, fortaleciendo la sanidad vegetal en la región.
