CULIACÁN._ Con el regreso a la escuela es más común que los niños se contaminen de piojos y liendres, que si no se detectan y retiran en tiempo se pueden convertir en un verdadero problema.
Ante la presencia de estos bichos es importante acudir al médico para que, prescriba el tratamiento adecuado, no auto medicarse, ni usar remedios caseros, ya que se puede perjudicar la salud del menor y poner en riesgo hasta su vida, como es el uso de algunos insecticidas, petróleo o gasolina, que son absorbidos por la piel.
De acuerdo al dermatólogo, Guillermo Moraila Moya, la mejor técnica es a la antigua, que la mamá se siente con el menor y con apoyo de sus manos y el cepillo retirar estos molestos animalitos.
“Está de que la madre este checando y revisando constantemente la cabeza del pequeño, si ve que se está rascando que tiene granos en la cabeza, quiere decir que algo está pasando y lo más seguro que tengan a estos insectos que son hematófagos, eso quiere decir que chupan sangre”.
El síntoma principal es la comezón constante, que, al rascarse, genera excoriaciones en el cuero cabelludo, lo que puede lesionar la piel e infectarla.
Para prevenir los niños deben de traer el cabello corto y las niñas portar el pelo recogido, para que al momento de tener contacto directo con alguien contaminado no se introduzcan estos piojos en el cuero cabelludo del menor.
