Callamos por vergüenza, dice sobreviviente de 17 puñaladas

La violencia familiar no solo es psicológica sino física y en algunos casos puede llegar a los extremos.

Un ejemplo de la violencia es el de Ada Fabiola, quien recibió 17 puñaladas por parte de su ex pareja.

Fue hace tres años cuando decidió salir de este círculo y tomó la decisión de separarse de él y en venganza, la agredió hasta dejarla gravemente herida por las lesiones que le provocó.

Ada Fabiola resalta que su ex esposo fue sentenciado 28 años de prisión, pero manifiesta que es poco e injusto este tiempo porque trató de privarla de la vida y se sumaron dos delitos graves por dicha agresión.

“Si esto no fue desde hace tres años y medio, fue muchísimos años atrás, pero como todo el tiempo pasa nos callamos tal vez por vergüenza al que nos señalen que nos digan pues te paso eso porque te lo mereces pero al final uno se decide a tomar la iniciativa y pues tratar de hacer algo por nosotras, en mi caso me decidí muchísimos años después de tener una vida de violencia”.

Laura es otro caso de violencia familiar ya que constantemente era golpeada no solo por su esposo sino también por la suegra y denunció ante el ministerio público, pero la demanda no procedió porque no presentó testigos.

La afectada agrega que su pareja se llevó a sus niñas y presentó la demanda en el juzgado primero de lo familiar para la recuperación de guardia y custodia de las sus hijas, pero el juez le quitó la patria potestad porque determinó que presentaba daños psicológicos y que las menores tenían que estar con su papá.

“Que no estoy con ellas de que pues me las quitó y pues con puras mentiras y engaños nada más me traía de que ya se iba a salir de con su mamá y aun todavía me busca y me dice lo mismo, pero yo la verdad ya no creo y la verdad es muy injusto de que haya estado la jueza al lado de él”.

Ambas víctimas de violencia familiar fueron rescatadas y reciben apoyo por el colectivo Unidas por la paz IAP.

Con información de Giovanni Elizalde.