El timbre suena, y los niños comienzan a salir de sus escuelas primarias. Pero las banquetas de los planteles están invadidos por vendedores ambulantes que no permiten la libre circulación de los pequeños.
Esto es algo que sucede usualmente en las primarias del estado, explica Abraham Pérez, coordinador general de la unidad de Inspección y Vigilancia.
Sin embargo es una práctica ilegal, y aquellas personas que vayan y vendan sus productos pueden ser multados hasta con dos mil pesos por cada vez que se les vea instalados.
El proceso inicia con una notificación a cada uno de los comerciantes, pero si no obedecen y continúan sus operaciones, las sanciones económicas se hacen llegar.
El problema aquí no solo es cuestión de espacio, sino también de alimentación de los niños, señala la regidora Elvia Rosa.
Actualmente la Secretaría de Educación Pública y Cultura envió un comunicado a Inspección y Vigilancia en la que le solicita el apoyo para remover a todos los vendedores ambulantes, sin embargo, es una práctica que aún no se logra erradicar.
Con información de Luis Gerardo Magaña
