A pesar de que los expedientes están en proceso de compraventa o de arreglos con Infonavit, la dependencia federal vende las viviendas a despachos que hostigan a las familias que están luchando por salvar su patrimonio.
María Eugenia Romero Homo, presidenta de Mi Casa, denunció que el Infonavit perdió su espíritu social y se ha convertido en un usurero bancario, pese a que en su reglamento contemplan el ayudar a los derechohabientes para que no pierdan sus casas.
Agregó que actualmente la organización tiene 81 casos, en los cuales 16 familias están a punto de perder su vivienda. Además, los despachos los hostigan con hasta 7 llamadas diarias e incluso llevan a gente a ver sus viviendas para la venta o para amenazarlos para que se salgan.
Actualmente buscan el apoyo del Congreso del Estado o del gobierno para que sean recibidos por el director general del Infonavit David Penchyna Grub y de solución a estos casos urgentes, ya que en Sinaloa no se puede hacer nada.
Con información de Liliana Rodríguez
