Realizar reconversión productiva a la citricultura en diversas zonas agrícolas de Sinaloa, es una muy buena alternativa ante la creciente demanda de los mercados de importantes volúmenes de variedades de limones persa, amarillo y colima, además de cítricos dulces.
Esto lo afirmó Rogaciano Núñez Pellegrin, representante no Gubernamental del Sistema Producto Cítrico en Sinaloa, opinó que ante el cambio climático, la agricultura tradicional ha sido impactada negativamente con diversos fenómenos naturales ocasionando pérdidas económicas al productor.
Expuso que en el valle del Carrizo se pueden establecer limones amarillos que están demandando Estados Unidos a una cotización atractiva, y por ser una zona fría en invierno eso permite también un buen desarrollo vegetativo del fruto.
Rechazó que el dragón amarillo o HLB sea un peligro para las plantas cítricas, debido a que los productores han sabido convivir con la bacteria, al grado que han ido creciendo anualmente hasta alcanzar las seis mil hectáreas en los últimos cinco años en Sinaloa.
Reveló el dirigente citrícola que la inversión que se requiere tan solo para la adquisición de la planta es de 16 mil pesos por hectárea, pero a través de diversos apoyos pude reducirse hasta un 50 por ciento al productor, además ingresando al programa de tecnificación de riego puede acceder a más de dos mil pesos por hectárea a fondo perdido.
Núñez Pellegrin que se tiene que ir rescatando superficies de baja productividad en la entidad con estos programas de reconversión productiva.
Dijo que al cuarto o quinto año de haber establecido el cultivo cítrico es cuando recupera toda la inversión el productor, contario a décadas anteriores que la recuperación era por más de 9 años.
Julio César Caro
