Lo ocurrido en una escuela de Nuevo León debe ponernos más alertas ante la descomposición social que existe, porque los niños y jóvenes están expuestos a malas influencias e inclusive a la mala utilización de las redes sociales y los riesgos son mayores por la falta de atención, porque los padres no están al pendiente de sus hijos, expresó el padre Esteban Robles Sánchez, vocero de la Diócesis de Culiacán.
Manifestó que la Iglesia lamenta este hecho y hace oración por las víctimas, llamando a realizar un examen de conciencia fuerte sobre el papel de la familia en nuestra sociedad y la relación que existe entre padres e hijos.
“Vacío de los papás que no los tienen porque todos tienen que trabajar, vacío espiritual porque llega el momento de la oración o de ir a Misa y todo mundo está cansado y no dan espacio, entonces esos vacíos de Dios y vacios de los padres o de alguien que te ponga atención, los niños o los jóvenes van a encontrar con qué llenarlos”.
“Y si tu papá le das un dispositivo, una compu, una Tablet, le das un smartphone, pues ahí ellos van a ver lo que quieran y más y hasta lo que no quieran, obviamente sin supervisión y con un vacío, ¿de qué van a llenar su corazón? son aspectos que nos llevan no a lamentarnos sino a ponernos a trabajar en serio”, enfatizó.
El vocero de la Diócesis de Culiacán, señaló que actualmente no existen condiciones políticas, sociales ni económicas para que la familia pueda seguir cumpliendo con su misión y en esto tanto las autoridades como las empresas y la propia sociedad deben unir esfuerzos para que haya condiciones para que la familia sea donde se formen los ciudadanos de bien y se vivan los valores.
“Dar los ambientes suficientes para que la familia pueda seguir siendo un lugar donde se formen y donde se vivan los valores y no nada más donde se mencionen los valores o donde tengamos familias ideales, no tenemos una estructura político, social, económica como para decir que nuestras familias están formando a los nuevos o a los futuros ciudadanos”, manifestó.
Robles Sánchez dijo que mientras en los países del primer mundo se implementan acciones para que los padres tengan más tiempo y condiciones para convivir más con sus hijos, en México las jornadas de trabajo son demasiado extensas y los sueldos son tan bajos que obligan a ambos padres a trabajar para mantener a su familia.
Katia Rivera
