Comparece ante los legisladores locales el Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Sinaloa, José Luis Sevilla Suárez, los diputados le reconocieron la sinceridad con la que habló este funcionario, ya que reconoció que al tomar protesta en este cargo, no se le dijo que proyectos debía desarrollar.
Sevilla Suárez informó que al llegar no sabía en qué proyectos iba a trabajar, por lo que comenzó a planear basándose en las metas del plan estatal de desarrollo, situación que resultó complicada, ya que existía presión por ejercer los créditos solicitados por el Gobierno del Estado, pero no se había planeado que obras se iban a desarrollar.
“Para nosotros porque después de que nos acomodamos del trancazo, porque fue un trancazo bien dado, fue el crédito, y fue un trancazo bien dado porque nos llegó sin proyectos, y había que sacarlo y aquí es donde la exigencia del propio congreso, de la opinión pública, y de mi patrón, nos traían en zumba porque no arranca la obra del crédito, ya se los dimos, ya está caminando, era todos los días estar dale y dale, pero lo hicieron sin proyecto, aquí es dónde digo yo bueno, entiendan también a la persona que viene hay que darles las herramientas, porque luego nos convertimos en malditos todos”.
Informó que la deuda que se tiene con los constructores que participaron con el estado en la edificación de diversas obras públicas asciende a más de $251 millones de pesos, sin contar la deuda del estadio de tomateros, ya que aún no se define de cuanto es.
Entre las obras que quedarán inconclusas mencionó la biblioteca Gilberto Owen en Culiacán, misma que no se culminó por algunos conflictos que se tuvieron con los responsables del proyecto
“Pues que no se ha terminado. -¿Si, pero por qué?-, porque no se ha terminado. -¿Cuál fue la razón, porque se dice que alguien quería que fuera un monumento?-, pues el que la proyectó. -¿Pero quién era?-, ah no les digo, ya se quejó públicamente el yo no voy a decir el nombre”.
Los diputados le cuestionaron en diversas ocasiones al Secretario acerca de la participación de su empresa Muroblock, como proveedor en diversas de las obras que se hicieron en el estado, a lo cual respondió que él no obligó a nadie a construir con productos de su empresa.
“Yo estoy totalmente tranquilo porque jamás coaccioné a nadie para que hiciera nada con materiales de mi empresa, no tengo la culpa y me siento muy orgulloso que la empresa sea reconocida por los constructores de la estado y no nada más aquí, me compran de Baja California, me compran de Nayarit, me compran de La Paz y hasta de Saltillo”.
Los legisladores también le preguntaron sobre las condiciones en las que se encuentran los tramos carreteros en la entidad, a lo que el funcionario estatal respondió que desgraciadamente no hubo presupuesto este 2016 para reparar las carreteras dañadas en Sinaloa.
Lucía Arámburo
