PARÍS, Francia, (OEM-Informex).- El presidente turco Recep Tayyip Erdogan amenazó ayer con reabrir las fronteras de su país y permitir el éxodo de los 3.5 millones de refugiados que viven en su país.
Erdogan lanzó esa drástica advertencia en respuesta a una votación del Parlamento Europeo, que el jueves pasado decidió congelar “temporalmente” las negociaciones sobre el ingreso de Turquía a la Unión Europea (UE). Los eurodiputados aprobaron esa medida como sanción a la feroz represión lanzada por Erdogan tras el intento de golpe del 15 de julio último.
En los últimos cuatro meses, las fuerzas de seguridad detuvieron a 36 mil personas acusadas de “terrorismo” y 110 mil profesionales —militares, académicos, jueces, periodistas y políticos— fueron licenciados de sus cargos. Los eurodiputados acusan al régimen de Erdogan de “violar derechos básicos y libertades protegidos por la Constitución”.
“Europa no cumplió con su palabra […] Si van más lejos, abriremos las fronteras”, advirtió Erdogan en una intervención televisada.
El presidente insistió en numerosas ocasiones en que, si antes de fin de año la UE no cumple su promesa de liberalizar los visados para que los turcos puedan viajar a Europa con mayor facilidad, se romperá el acuerdo pactado con Bruselas. Para acordar esa liberalización, la UE exige un cambio en la legislación antiterrorista, demanda que Ankara rechaza en forma tajante, pues le ha permitido encarcelar prácticamente a toda la oposición.
Otra condición para cerrar las fronteras al éxodo de migrantes fue el pago de seis mil millones de euros, de los cuales recibió por lo menos tres mil millones.
Ese acuerdo, a pesar de ser criticado por los organismos de derechos humanos y las ONG, permitió reducir la emigración. Desde principios de 2016, solo 171 mil personas consiguieron pasar a Grecia procedentes de Turquía contra 740 mil en el mismo periodo del año pasado, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Erdogan también acusó a la UE de haber tratado la crisis migratoria “sin humanidad”.
En su ofensiva contra Europa, propuso igualmente el restablecimiento de la pena de muerte. Los tratados europeos exigen la abolición de la pena capital como condición sine qua non para el ingreso de un país a la UE.
Alemania replicó de inmediato afirmando que las “amenazas” sobre la migración “no ayudan para nada”. Con idéntica energía Francia afirmó que la “escalada y las polémicas son totalmente contraproducentes”.
La amenaza turca puede convertirse en una nueva fuente de tensiones dentro de la UE ante la perspectiva de que las columnas de migrantes vuelvan a circular por Europa, como ocurrió durante el famoso verano de 2015.
A principios de noviembre, el ministro de Defensa austríaco, Hans Peter Doskozil, alertó sobre la posibilidad de una suspensión del acuerdo migratorio con Turquía e instó a la UE a preparar un plan de contingencia.
Resuelto a mostrar su determinación, Erdogan desafió a la UE recordando que Europa “mantiene las puertas cerradas” desde hace 53 años. “¿Qué ha ocurrido? ¿Nos hemos hundido? Miren adonde hemos llevado a Turquía en 14 años (desde su llegada al poder). ¡Es Occidente el que necesita a Turquía y no al revés!”, sentenció.
Con información de www.elsoldemexico.com.mx
