Por los problemas que tienen la actual administración para pagarle a los textileros que participaron en el programa de Uniformes Escolares, es prudente que el gobernador electo Quirino Ordaz Coppel haga una depuración a este esquema, recomendó Maximiliano Valdez Beltrán, presidente de la Asociación de la Industria de la Confección Textil del Estado de Sinaloa.
El representante de 120 talleres de costura indicó que el próximo gobierno tiene que hacer una revisión minuciosa y detectar a los jóvenes que realmente necesiten del apoyo, pues de lo contrario los problemas de pago y el propio mantenimiento del programa seguirían como con Malova.
“Tenemos la mejor disposición de que al estado le vaya bien, de que se revise el programa y que podamos de alguna manera sin afectar a la gente que efectivamente merece este beneficio social reducir el tamaño del programa, porque nos parece dispendioso; nosotros de todos modos los uniformes los podemos vender, pero creo que es importante ayudar al siguiente gobernador y que este sea un programa prudente”.
Este año, la Secretaría de Desarrollo Económico destinó 200 millones de pesos para la confección de 1.2 millones de uniformes. De estos a decir de los textileros a penas les han entregado el 25 por ciento, que equivale a 50 millones de pesos. Sin embargo, de esta cantidad, apenas 10 millones llegaron a sus manos, debido a que el resto (40 millones de pesos) se aplicaron para el pago de un crédito que se autorizó para la operación del esquema.
Cristina Medina
