Papa Francisco viaja a Suecia para conmemorar el nacimiento del protestantismo
CIUDAD DEL VATICANO. (OEM-Informex).- El papa Francisco viaja hoy a Suecia para conmemorar el 500º aniversario de la Reforma que decretó el nacimiento del protestantismo y, por lo tanto, de la separación de la Iglesia católica en medio de fuertes contrastes, mismos que hoy parecen reducirse con la iniciativa de Bergoglio, que muchos han interpretado como una ulterior “apertura”, esta vez nada menos que a Martín Lutero.
Un hecho que puede considerarse histórico por parte del jefe de la Iglesia católica, que confirma su carácter innovador, o “revolucionario” según algunos, en ocasiones no compartido también dentro del mismo clero.
Motivando su decisión de asistir al acto conmemorativo organizado por la Federación Luterana Mundial que tendrá lugar en Lund, Suecia, Francisco afirmó que Martín Lutero dio “el gran paso”, de “poner la palabra de Dios en las manos del pueblo”, precisando que “al inicio el de Lutero era un gesto de reforma en un momento difícil para la Iglesia”
Según Francisco, “Lutero quería poner remedio a una compleja situación; sucesivamente, también a causa de situaciones políticas, se verificó un ‘estado’ de separación, y no en un ‘proceso’ de reforma de toda la Iglesia… Lutero –precisó el Sumo Pontífice- dio un gran paso para poner la Palabra de Dios en las manos del pueblo”.
Bergoglio lo dijo en una entrevista al padre Ulf Jonsson, director de la revista de los jesuitas suecos “Signum”, reproducida en Italia por “Civilta Cattolica”, la publicación de los jesuitas en Italia, en la cual subrayó que, además del diálogo teológico con las otras confesiones cristianas, sirven “la oración común y las obras de misericordia, es decir, el trabajo realizado juntos para ayudar a los enfermos, a los pobres, a los encarcelados. Hacer algo juntos es una forma de diálogo, alta y eficaz”.
“Hablar, orar y trabajar juntos, éste es el camino que debemos emprender”, puntualizó Francisco, tendiendo la mano a los protestantes para una posible reconciliación.
Para Bergoglio, el acercamiento que se propone con los cristianos evangélicos, “nos hace bien a todos; por el contrario la distancia nos enferma”.
Asimismo, volviendo de su viaje a Armenia (24-26 de julio pasado), el Pontífice argentino dijo que Martín Lutero tenía las mejores intenciones y que su reforma “fue una medicina para la Iglesia”, sin entrar en detalles acerca de las divergencias dogmáticas que desde hace cinco siglos dividen a protestantes y católicos.
El experto en cuestiones religiosas y del Vaticano, Sandro Magister, acusó a Francisco de una cierta incoherencia, recordando que en 1985, en una conferencia en Mendoza, Argentina, destacó “la batalla de cinco siglos entre la Compañía de Jesús y los protestantes”, lanzando “durísimas críticas en contra de la obra de Lutero y Juan Calvino”.
No obstante las críticas también mediáticas como los análisis de los diarios “Il Giornale”, “Libero” y el “Foglio”, contrarios al viaje de Francisco para “conmemorar la reforma del gran hereje”, el Pontífice argentino no cede un centímetro en su línea de ruptura con las tradiciones seculares de la Iglesia, provocando inevitablemente el malhumor entre los ambientes conservadores dentro y fuera del clero.
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