Acusan a Theresa May de ocultar los riesgos del Brexit
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- La primera ministra británica Theresa May está perdiendo credibilidad en la clase política y la confianza de la opinión pública por haber ocultado las verdaderas consecuencias económicas que podría tener el Brexit.
May fue acusada por numerosos diputados, tanto conservadores como laboristas, de haber ocultado al país las verdaderas consecuencias que tendría el Brexit (salida británica de la Unión Europea). Varios dirigentes alemanes también la acusaron de no mostrar un liderazgo convincente.
May expuso sus temores durante una intervención que realizó ante banqueros del banco de inversión Goldman Sachs, pocos días antes del histórico referéndum del 23 de mayo, en el que los británicos decidieron abandonar la Unión Europea (UE). En ese momento May era secretaria de Interior en el Gobierno del primer ministro David Cameron.
Esa conversación surge de una grabación secreta que fue publicada por el diario The Guardian. Es cierto que May era partidaria de permanecer en la UE, pero fue criticada por haber mantenido una posición muy débil en el debate nacional, acaso especulando con suceder a Cameron en el 10 de Downing Street (sede del primer ministro).
En su diálogo de una hora con los banqueros, May expresó su convicción de que el Reino Unido obtenía beneficios “significativos” por integrar el mercado único europeo, que ella misma definió como un bloque comercial de 550 millones de habitantes. Creo, y ya lo he dicho antes, que uno de los motivos por los que se invierte aquí en Reino Unido es porque somos parte de Europa. Si no estuviésemos en la UE, las empresas y compañías necesitarían establecer su presencia en Europa en lugar del Reino Unido. Por lo tanto, creo que hay contundentes beneficios en términos económicos para nosotros con la permanencia”, comentó con aparente entusiasmo.
En ese momento también expresó el temor de que algunas empresas abandonaran el país, si Gran Bretaña dejaba de formar parte del bloque de 28 naciones.
The Guardian denunció en concreto que las “numerosos inquietudes” que tenía May en mayo contrastan con la tibia actitud que empleaba en sus intervenciones públicas.
Sus declaraciones de ese momento contradicen también la posición adoptada después de su llegada al poder y la posición que tuvo en las negociaciones sobre el Brexit con la UE. May exige a Bruselas mantener abierto el acceso de productos y servicios financieros británicos, y al mismo tiempo, restringir el ingreso de ciudadanos europeos al Reino Unido. En los últimos días, incluso, May endureció aun más su posición. Ahora parece inclinarse por una salida “dura” del bloque comunitario, a riesgo de perder las posibilidades de acceso al mercado único a cambio de poder reducir drásticamente la inmigración.
Una parte del electorado británico también se siente defraudado porque estima que May no cumplió con su deber de advertir claramente a la opinión pública sobre los riesgos del Brexit. Así lo hicieron saber ayer el líder laborista Jeremy Corbyn, así como Ed Miliband, excandidato del Labour al cargo de primer ministro en las elecciones de 2015.
Numerosos parlamentarios tories también censuraron con extrema severidad a May, tanto por su actitud en vísperas del referéndum como por la actual deriva populista del Partido Conservador. En endurecimiento de sus posiciones hacia Europa y la retórica anti-inmigración le han permitido a Theresa May absorber una parte del partido eurófobo UKIP, que se encuentra en plena crisis de identidad y de liderazgo.
Con un Partido Laborista cada vez más inclinado a la izquierda y el voto empresarial garantizado, los conservadores lograron reforzar su ala derecha con la llegada masiva de militantes del UKIP.
La principal razón de esa estrategia es que los conservadores aspiran a capitalizar el desencanto europeo de la sociedad británica para mejorar sus posibilidades electorales, reconoció Sam Bowman, director ejecutivo del Instituto Adam Smith.
La nueva posición de Brexit duro y adoptada por May busca seducir a la clase trabajadora con la promesa de combatir la desigualdad y suavizar el impacto que tendrá el déficit en la economía británica.
El antieuropeísmo es el único factor que mantiene la coherencia y la unidad del Partido Conservador en este momento, asegura el ex parlamentario europeo Brendan Donne, que dejó los tories en 1999 y ahora dirige The Federal Trust, un centro de investigación con especial interés en la relación entre Gran Bretaña y Europa.
Los expertos conjeturan que el plan de May consiste en reforzar su endurecimiento con la UE con vistas a las consultas locales de 2017 en Gran Bretaña y la posibilidad de adelantar las elecciones generales para aprovechar la debilidad laborista, el refuerzo de los tories después del Brexit y el aumento del sentimiento antieuropeo de los británicos. Elevar en forma permanente la apuesta, significa jugar con fuego y todo el mundo conocer los riesgos que suele entrañar esa estrategia.
Con información de www.elsoldemexico.com.mx