Ante las dificultades presupuestales que se vienen, los próximos gobernadores de Sinaloa deberán ser más precavidos y dejar de lado los compromisos políticos. De no hacerlo les resultará difícil cumplir con los programas y conseguir que los presupuestos alcancen, señaló Armando Villarreal Ibarra, titular de la Secretaría de Administración y Finanzas en el estado.
El funcionario estatal indicó que el punto más álgido que tendrán que enfrentar las siguientes administraciones es el gasto corriente, el cual deberá con el paso de los años se ha encarecido, debido a los ingresos de libre disposición que han llegado a la entidad. En el caso de la administración de Mario López Valdez, este rubro ha reportado un aumento del 6 por ciento anual. En este último año de Malova, de acuerdo a los registros entre 2015 y 2016, el gasto corriente se redujo en un promedio de 4 mil millones de pesos.
En el presupuesto de este año, la administración estatal destinó más de 32 mil millones de pesos.
“Pero ha llegado el momento donde esas decisiones cada vez tendrán que ir enfocadas más a lo financiero y menos a lo político, porque ya los gobernantes futuros no van a tener margen de maniobra, porque la economía no está bien, los petróleos no están bien, los ingresos no están bien como lo estuvieron en años anteriores”.
Villarreal Ibarra comentó que además de asumir el reto de reducir el gasto corriente la siguiente administración deberá hacer una revisión a la plantilla laboral para conseguir un equilibrio, ya que hay áreas en las que el número de trabajadores es excedente, mientras que en otras hay carencias.
De igual manera recomendó hacer revisión a los programas sociales para evitar la duplicidad de apoyos.
Cristina Medina
