Armadores requieren más de un millón de pesos de inversión para combustibles
Avituallan las embarcaciones mayores para salir vía lastre a las zonas de capturas en fechas próximas
MAZATLÁN.- Alrededor del 40 por ciento de la flota camaronera de Sinaloa, podrán zarpar en la próxima temporada de capturas 2023-2024, toda vez que adolecen de recursos para avituallar las embarcaciones mayores reveló, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez presidente de la Unión de Armadores del Litoral del Océano Pacífico.
Informó que este martes se dará a conocer la fecha que salen vía lastre las embarcaciones de Sinaloa y de la península de Baja California hacia las zonas de capturas, para arrancar actividades el sábado 23 de septiembre.
Detalló que algunas pequeñas empresas propietarias de estos navíos buscan fondear económicamente para lograr estar listos junto con sus tripulaciones.
“Cada embarcación varía de acuerdo a las necesidades y el deterioro de las diferentes artes de pesca y equipo, pero estamos hablando que de puro combustible se va arriba de un millón de pesos y eso es lo que más impacta en el costo de operación de una embarcación. El primer viaje tiene una duración de alrededor de 30 días en promedio, hay embarcaciones que logran durar un poco más y hay embarcaciones que duran un poco menos todo depende también de la cantidad de combustible que se le puede echar a una embarcación”.
Explicó que en estas fechas previo al inició, hay una gran derrama económica en los puertos, ya que también suministran con la despensa alimenticia que utilizarán para la preparación de los alimentos de la tripulación para ese mes de actividades en altamar.
Lizárraga Manjarrez, dijo que hay embarcaciones que tienen más de dos años que no salen durante la temporada de capturas por la falta de recursos, rechazó que se están canibalizando algunos navíos para dejar en óptimas condiciones la embarcación que sí saldrá en búsqueda de camarón.
Destacó que toda la tripulación está capacitada para utilizar adecuadamente el Dispositivo Excluidor de Tortugas Marinas, como una forma de preservar la certificación internacional.
JULIO CÉSAR CARO