El impacto del feminicidio en los niños: La importancia de abordar el trauma con prontitud y pertinencia
La psicoterapeuta Griselda Espinoza detalló que cada menor manifiesta su duelo de diferente forma, de ahí la importancia de brindarle un acompañamiento pertinente que le permita procesar y superar el dolor, así como reconstruir su vida
CULIACÁN. El trauma que experimenta un niño cuya madre ha sido víctima de feminicidio, en ocasiones puede ser permanente si no se atiende con la oportunidad y la pertinencia adecuada, explicó la psicoterapeuta Griselda Aguilar Espinoza.
La directora de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de las Violencias de la Secretaría de las Mujeres detalló que cada niño vive el feminicidio de manera única, por lo que la forma de brindarles apoyo y acompañamiento debe adaptarse a cada caso específico.
“Hay niños que presencian por ejemplo el feminicidio y no van a tener el mismo impacto que tienen los niños o niñas que no lo presencian. También, no es la misma que sea el papá el que asesina a su mamá, a que sea una persona ajena, o sea, va depender mucho del contexto, lo que sí es una constante es la afección que va a subir por la pérdida y ausencia de la figura materna”, apuntó.
La pérdida traumática de una madre en un contexto de feminicidio puede tener consecuencias significativas en el desarrollo emocional y psicológico de los niños, motivo por el cual resulta fundamental brindarles una atención especializada y pertinente que les permita procesar y superar el dolor, así como reconstruir su vida.
Griselda Aguilar puntualizó que las afecciones que enfrentan estos menores depende de muchas variantes, desde cómo se aborda el tema por parte de los familiares que quedan a cargo del niño, cómo lo aborda la institución educativa en la que se encuentra matriculado.
Asimismo, dependerá de los apegos que los menores puedan generar con sus cuidadores, incluso de la propia personalidad o temperamento en formación de estos niños, resaltó.
Sin embargo, el punto clave en la mayoría de los casos, es la ausencia de la figura materna, ya que por lo general es la madre la figura de apego más directa y con la que más afecto sienten.
“En el ámbito familiar presentan conductas de desapego, conductas que de repente estereotipamos y que no les damos a estos niños la atención que requieren porque creemos que son causas perdidas, o niños que ya están descarrilados y que no se pueden encausar, pero el programa que estamos nosotras encausando por parte de la Secretaría de Mujeres es precisamente ésta parte de venir y rescatar a estos niños, para que en un futuro estos traumas no les pueda generar consecuencias en su vida futura”, acotó.
Dicho programa es el de pensiones para hijas e hijos de víctimas de feminicidio, que consiste en una pensión de 4 mil pesos bimensuales, que el menor de edad recibirá ininterrumpidamente hasta que cumpla los 18 años de edad.
A la par se trabaja en la construcción de un programa de intervención psicológica, donde se prevé abordar los procesos de duelo, así como el trabajo con los menores en un proyecto de vida, en el que, a pesar de la ausencia de la madre, ellos puedan irse integrando a una vida normal.
“Que la ausencia no le repercuta y no le genere un coraje ante la vida que lo lleve a conductas autodestructivas como la depresión, las autolesiones o en casos extremos hasta el suicidio”, apuntó la especialista en el tema.
KEVIN CHICUATE
