De grupos a equipos de trabajo
Un conjunto de personas orientadas a un fin común no hace a un equipo, sino que son un agrupamiento de personas que pueden convertirse en un grupo, y el grupo de personas que trabaja y coordina sus esfuerzos y aprovecha sus talentos y fortalezas orientados a buenos resultados es un equipo, y al trabajar bien nos enfocamos en lograr los objetivos, y cuando nos centramos en la efectividad y excelencia estamos hablando de equipos de trabajo orientados al alto desempeño.
Cuando definimos los objetivos que queremos lograr, ya sea al emprender un nuevo negocio o proyecto, sea iniciando de cero o dentro de la empresa que está en proceso de crecimiento o consolidada, en ocasiones requerimos un nuevo departamento o inyectar nuevas ideas que le den un nuevo giro a los resultados, es vital considerar que no solamente es el perfil de los integrantes respecto a sus conocimientos, competencias, especialización y talento, ya sea desarrollado o por desarrollar, sino también la capacidad de ese integrante del equipo a formar que tenga la habilidad de establecer relaciones interpersonales sanas, con un manejo adecuado de la inteligencia emocional, y si no es así considerar las consecuencias de la elección de acuerdo a las necesidades y los recursos disponibles, en las empresas en ocasiones tienes a una persona que sabe mucho o que logra muchas ventas por ejemplo, sin embargo, no se lleva bien con sus compañeros o como comúnmente se dice les mete el pie para hacerlos caer y tener mayor ventaja, sí, se tienen muy buenos resultados en cuestión de desempeño de esa persona, pero eso impacta en el clima laboral, en la confianza con la que se trabaja dentro del grupo, porque a eso no puede llamársele trabajo en equipo, es aquí donde tenemos que poner especial atención a la forma en la que se está trabando, cooperando o generando discordias que impactan de una u otra manera en la empresa.
Algunas recomendaciones para lograr ser un equipo de alto desempeño son las siguientes:
– Darles la oportunidad de tomar decisiones de acuerdo a un presupuesto y proyecto determinado al trabajar el intraemprendimiento.
– Tener un liderazgo en el que se delegue adecuadamente, porque mientras más grande la empresa más líderes se requieren para dar puntual seguimiento a los diferentes equipos, hay puntos clave como conocer a las personas con las que colaboras, sus nombres, de qué miembros está constituida su familia, sus motivaciones, así como sus percepciones respecto a la interacción y resultado tanto individual como colectivo.
– Fijar claramente los objetivos y el desempeño que se espera de cada miembro como contribución al proceso para llegar al resultado, los planes de acción y las actividades asignadas evitan confusiones.
– Considerar el número adecuado de integrantes, dependiendo de la actividad y objetivos, hay ocasiones en que menos es más, otras no es necesario tanta interacción que permite más elementos y puede ser propicio para la generación de innovaciones.
– Entender que todos tenemos fortalezas y áreas de oportunidad, dar y tomar las cosas con profesionalismo que permita crecer como personas y como equipo, con base en confianza, sentido de pertenencia y valor, respeto, responsabilidad, empatía y compromiso.
Un proverbio japonés dice “Ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos”.
Y en las empresas, juntos hacemos que las cosas sucedan, hagamos que sucedan mejor.