¿Cómo le vamos a hacer para que los niños no jueguen?, el contagio es el mayor miedo de la maestra Claudia
Su panorama: Incertidumbre, su familia enferma de Covid y una escuela devastada
A sólo unos días de iniciar el ciclo escolar, la maestra Claudia está en medio de la incertidumbre, pues no tiene información oficial del protocolo que seguirán para volver a clases. Su mayor temor es el contagio, no solo de ella, sino de sus alumnos. Su escuela fue vandalizada y quedó devastada, no tienen recursos y no hay condiciones para clases presenciales.
De forma personal vive una situación muy estresante, sus padres y su hermana padecen Covid y ella es quien los atiende; además recientemente su sobrina de 11 años sufrió también esta enfermedad de forma muy fuerte, lo que la hace temer por los riesgos que correrán sus alumnos que son de la misma edad.
“Ahorita estoy con el estrés ese de tener que atenderlos, comida, medicina, laboratorios, aparte estamos en cursos, talleres y pensando ¿cómo le voy a hacer? … También acabamos de pasar el caso de mi sobrina, 11 años tiene, no fue hospitalizada porque Dios es muy grande, pero requirió oxígeno, 20 inyecciones, medicinas… Esa es la edad de mis alumnos 11 años y digo ¿cómo le vamos a hacer? ¿cómo voy a mantener a los niños a metro y medio de distancia?, que no jueguen, que no salgan, siendo que en la escuela no hay condiciones”.
Por el momento, en la escuela en que labora Claudia, han consensado regresar a distancia con clases a través de zoom como lo hicieron el ciclo escolar pasado. Esto implica trabajar por lo menos cuatro horas adicionales cada día y dedicar sábados y domingos a preparar los materiales, por eso ni pensar en que haya un sistema híbrido con clases presenciales y a distancia, porque sería trabajar doble.
“Estamos hablando que ahorita trabajo cuatro horas más, en esta modalidad sería todo el día, si de mi escuela voy a salir 2:30, voy a mi casa 3:30 y luego tener que conectarme y revisar y ver lo que hicimos y lo que no hicimos entonces si es hacer el doble”.
La docente comenta que el ciclo escolar pasado hubo momentos en que casi “tiraba la toalla” con el trabajo a distancia, sobre todo con papás y alumnos que no ponían de su parte, pero encontró fuerzas en su vocación y en la satisfacción de ver a sus niñas y niños aprendiendo y sus caritas sonriendo aun en medio de las circunstancias.
Katia Rivera