OPINIÓN

Jefes tóxicos generan empresas tóxicas

La toxicidad en la empresa es uno de los elementos que más deben evitarse, por las consecuencias que pueden tener, tales como un mal clima laboral caracterizado por ausentismos, alta rotación de personal, falta de motivación y actitudes negativas, que repercuten en los resultados del equipo de trabajo en general.

El origen pueden ser muchos aspectos, uno de los más comunes es la actitud de los jefes, quienes al estar en posiciones estratégicas tienen mucho impacto con su comportamiento en la empresa, la cual es un ente que representa la cultura organizacional, sus valores, actitudes, y lo que es la empresa se forma del cúmulo de actitudes y resultados de las personas que la integran, y eso se percibe desde cualquier punto, ante los clientes, los proveedores, todos los que se relacionan o tienen un vínculo con la misma.

Por eso la importancia de tener un buen ambiente laboral, del cual depende de todos los integrantes de la empresa, sin embargo, demos valor a la actitud de los jefes y cómo su influencia puede hacer que una empresa con un ambiente cordial se transforme en una empresa tóxica.

Algunas de las características de los jefes tóxicos son:

·      Quedan bien y son serviciales con los de alto rango y al mismo tiempo, groseros o despectivos con los de igual o menor nivel jerárquico.

·      Echan la culpa de sus errores a las demás personas, no son capaces de asumir su responsabilidad ante una toma de decisiones incorrecta.

·      Promueven los comentarios negativos de compañeros, socios o empresas.

·      Saben que no tienen conocimiento o experiencia y se siguen aferrando a puestos directivos en los que no dan buenos resultados.

·      Delegan incorrectamente y no aceptan que alguien más les enseñe porque quedaría de manifiesto que no saben hacer algo indispensable en el rol de jefe.

·      Permiten que los de su equipo hagan cosas incorrectas porque no saben cómo realizar una reunión adecuada de rendición de cuentas o de desempeño con sus colaboradores.

·      Culpan a la persona que renuncia al no adaptarse a un ambiente tóxico, algunas veces hasta con falsos comentarios hacia la persona que se va, tratando de encubrir los errores que han quedado de manifiesto.

·      Exigen al equipo cosas que van en contra de las prestaciones de ley asumiendo que aceptarán todo por el sueldo que se les paga.

·      Mitigan el trabajo en equipo teniendo favoritos o siendo permisivos con unos y con otros no, lo que genera desequilibrio y descontento, que va matando poco a poco la motivación de los integrantes del equipo.

Cuando este tipo de actitudes y muchas otras de los jefes tóxicos se van presentando en la empresa, no solamente se ve afectado el equipo dependiente del jefe en particular, sino que los demás integrantes y los externos se dan cuenta y ese jefe va perdiendo respeto y prestigio, y el problema no es solamente ese, es cuando esas actitudes vienen desde la dirección general y lo ven como cosas normales porque así están acostumbrados, algunos de los colaboradores por no perder un empleo se quedan y se acostumbran y aguantan a ese ambiente y a esos jefes, pero otros definitivamente se van de la empresa por no coincidir con esas prácticas, es cuando la empresa se ha vuelto tóxica por tener jefes con esas actitudes y la empresa como tal se va ganando fama de no ser un buen lugar para trabajar. En muchas ocasiones los colaboradores se van de la empresa por el jefe que tienen, es responsabilidad de la empresa tener en cuenta todos los comentarios y analizar cada una de las situaciones para tomar decisiones que sean benéficas para la empresa, un jefe tóxico siempre será a corto, mediano o largo plazo un gran problema para el crecimiento de la empresa.

¿Eres un buen jefe o eres un jefe tóxico?

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