OPINIÓN

Manifestaciones de un comportamiento humano y su influencia en nuestra sociedad

CULIACÁN. -Si queremos tener una mejor calidad de vida en nuestra sociedad, hay un condicionante fundamental: Respetar, apreciar y comportarnos de acuerdo a nuestra dignidad como seres humanos.

Pongamos algunos ejemplos de comportamientos que reflejan la dignidad de un ser humano

Tener claro el orden de la naturaleza humana: Orden en los principios (Unidad iniciando en el espíritu, luego los afectos y después lo corporal);

Primero son las personas, luego los animales y después las cosas.

Orden en la administración de nuestro tiempo, administrar el tiempo es administrar la vida

Orden en el acomodo: Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.

Nos tratamos con amabilidad, cortesía y respeto. Utilizamos un lenguaje correcto, sin ofensas.

Al dirigirnos a los demás lo hacemos  por nuestros nombres, no por las funciones que desempeñamos. Eso es cosificarnos. (El del gas, el cajero, el jardinero, la sirvienta,  el gerente etc.) cada uno de ellos tiene un nombre y si no lo sabemos, se lo preguntamos.

Cultivamos el espíritu de servicio, brindamos ayuda de manera espontánea en los detalles más pequeños, esto habla de nuestro alto sentido de colaboración para hacer la vida más amable a los demás.

Procuramos ayudar  de manera espontánea, con una actitud permanente de colaboración hacia los demás.

La persona servicial lo es con su familia, en su trabajo, también en la sociedad apoyando a otras personas en cosas aparentemente insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera.

Las personas serviciales viven   atentas y en el momento oportuno  ayudan a quien lo necesita,

Ir limpio, pulcro. El valor de la pulcritud es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y el orden en nuestras personas, nuestros espacios y nuestras cosas.

La puntualidad, para no hacer esperar a los demás. El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.

El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar. Un compromiso con nuestra familia.

El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de  ser dignos de confianza.

Los seres humanos somos perfectibles ¿Preguntémonos En qué aspectos necesitamos mejorar?

Alfredo Pallares

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