Vivimos entre cambios constantes, una de las diferencias entre estos son la velocidad con la que suceden, no es lo mismo reaccionar a un cambio lento que a uno acelerado, donde hay diferentes variables que condicionan su naturaleza, es por eso, que a finales de los 80’s se inició el uso del término VUCA, el cual es un acrónimo en inglés de las palabras Volátil (volatility), Incierto (uncertainty), Complejo (complexity) y Ambiguo (ambiguity).
Un entorno empresarial es volátil, porque todo puede cambiar inclusive de manera inesperada, por ejemplo, cuando los socios o los ex colaboradores se vuelven tus competidores, también es incierto por los factores externos que impactan en las organizaciones, el tipo de cambio, la política nacional e internacional, todos aquellos que generan un entorno complejo donde la planificación, que es vital, puede volverse lenta ante el crecimiento inesperado o las oportunidades de negocios que no esperan a nadie o el no tener la información completa para la toma de decisiones, donde los escenarios pueden ser ambiguos, además, las tan mencionadas mejores prácticas funcionan en unos entornos y en otros definitivamente no, y esa combinación de factores de entornos internos y externos crean a la empresa como única.
Algunas recomendaciones para liderar en un entorno empresarial VUCA son:
– Realizar un análisis de los aspectos incontrolables, impredecibles, confusos y contradictorios que pueden afectar a la empresa.
– Dejar claros los tramos de actuación y responsabilidad para todos los miembros de tu equipo, fomentando su proactividad implícita y logro de resultados.
– Crear una cultura de adaptación y flexibilidad en toda la empresa.
– Consolidar una cultura corporativa que sea el cimiento de la actuación de todos los colaboradores.
– Contratar personas con valores afines a la esencia de tu filosofía empresarial.
– Ser visionario es indispensable, el futuro es parte del camino si queremos seguir en el mercado.
– Mantener abiertas las puertas a la innovación.
– Invertir en investigación y desarrollo.
– Encontrar la motivación para que el equipo logre los mejores resultados tomando como referencia las experiencias y sus resultados.
– Generar valor añadido, eso puede marcar la diferencia entre tú y tus competidores.
– Ser ágil, en procesos, documentación, producción, y sobre todo, toma de decisiones, adaptándose al cambio con rapidez y flexibilidad.
Algunos cambios son tan rápidos que no te permiten actuar como quisieras, por lo tanto, hay que obtener el máximo rendimiento posible con los recursos existentes; se puede fracasar ante este entorno VUCA tan cambiante y normal en el mundo de los negocios, lo que no se puede es no aprender o quedarse sentado y no actuar.
Visión, comprensión, claridad, agilidad, flexibilidad y resiliencia son indispensables para liderar entornos VUCA como los que vivimos en estos momentos.
