CULIACÁN. –Se estima que del cien por ciento del comercio que existe en el municipio de Culiacán, el 55 por ciento es informal y un 45 son formales, problema que se acentúa en las sindicaturas.
Diego Castro Blanco, líder de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Culiacán, indicó que las autoridades municipales han sido permisivas en otorgar permisos y esto se ha salido de control y es que ni siquiera se supervisa lo que venden, mucha de su mercancía es fayuca, de dudosa precedencia y manejan solo efectivo, lo que daña la economía.
“Las calles no son para andar vendiendo, no hay razón para que tengan tanta gente en vía pública, pero esto es porque muchos recursos de estos se convierten en la caja chica del Ayuntamiento y hay opacidad, si estos recursos llegan a las arcas del Ayuntamiento de manera concreta”.
Añadió que, a diferencia de los informales, los formales tiene una serie de visitas de organismos que los regulan para que actúen apegados a los reglamentos, incluyendo los protocolos de salud para prevenir el COVID, que lo acata en un promedio elevado, mientras que en la vía pública no es lo mismo.
“Son por el orden de 18 mil los comercios que son informales y 17 mil formales (…) Este comercio ambulante en vía pública inhibe el comercio formal y le pega muy duro porque ellos no pagan impuestos, renta, agua, luz, empleados formales, no capacitan a su personal, cuando deberían rentar un local dentro de un comercio, donde puedan capacitar a su gente, tener un ordenador, un medio de pago, un patrón de inventario”.
Dijo no estar en contra de la economía informal, pero el gobierno debe apoyar a estas personas para que se formalicen, ya que la informalidad debería ser solo para quienes tiene alguna capacidad diferente.
Liliana Rodríguez
