Las lecciones de Hiroshima y Nagasaki
CULIACÁN.- Un día como hoy pero de hace 75 años se produjeron los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki ordenados por Harry Truman, Presidente de los Estados Unidos de América, contra el Imperio del Japón.
Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, y pusieron el punto final a la Segunda Guerra Mundial. Después de seis meses de intenso bombardeo de otras 67 ciudades, el arma nuclear Little Boy fue soltada sobre Hiroshima el lunes 6 de agosto de 1945, seguida por la detonación de la bomba Fat Man el jueves 9 de agosto sobre Nagasaki. Hasta la fecha estos bombardeos constituyen los únicos ataques nucleares de la historia.
Se estima que hacia finales de 1945, las bombas habían matado a 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki, aunque sólo la mitad había fallecido los días de los bombardeos. Entre las víctimas, del 15 al 20% murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde entonces, algunas otras cientos de personas han fallecido de leucemia y distintos cánceres atribuidos a la exposición a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.
Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, Japón anunció su rendición incondicional frente a los «Aliados», haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con la rendición de Japón concluyó la Guerra del Pacífico y por tanto, la Segunda Guerra Mundial.
Estos sucesos son un claro ejemplo de la brutalidad de lo que somos capaces los seres humanos, no solo los soldados vencidos, también los vencedores.
El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
La religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también.
El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
GHANDI
Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
PAZ
El filosofo Lazaro Migoya nos invita a reflexionar:
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: ceda el paso.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: cuando discuta no levante la voz.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: antes discutir reflexione cómo lo va a hacer.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: no insulte, respete.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: no murmure de los demás.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: obedezca lo que es bueno, aunque a usted le cueste.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: tenga paciencia con los demás.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: cuando algo lo moleste, modere su genio.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: domínese usted primero.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: proteste con argumentos, no con gritos.
- Recuerde: la paz es la tranquilidad en el orden. Sea una persona de paz: regañe hasta que pase su enojo.
- Cuando alguien comete un error:
¿Usted lo apabulla?, ¿o le corrige delicadamente?… Si lo corrige delicadamente, es usted una persona de paz.
- Cuando sus hijos desobedecen:
¿Usted grita, los amenaza y hace berrinches?, ¿o se mide en la manifestación de su enojo?…
Si usted se mide en la manifestación de su enojo, es usted una persona de paz.
- Cuando alguien opina y Usted no está de acuerdo:
¿Habla más fuerte para hacer oír su voz?, ¿o espera que el otro termine para exponer usted sus argumentos?
… Si usted espera que el otro termine para exponer sus argumentos, ustedes una persona de paz.
- Si está usted frente a una persona impertinente o que no le es simpática:
¿Se lo hace usted notar con burlas o comentarios irónicos?, ¿o es paciente y respetuoso?
… Si usted es paciente y respetuoso, es usted una persona de paz.
- Cuando ha tenido un día pesado, ¿lo expresa con una conducta dura, dejando de sonreír o de dar las gracias?, ¿o sigue actuando cortésmente con las demás personas?
… Si usted sigue actuando cortésmente, es una persona de paz.
EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
… Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo