Caminante no hay camino… se hace camino al andar
A lo largo de la Historia de la humanidad hemos pasado por épocas turbulentas, a veces por guerras, otras por enfermedades y pandemias terribles, lo que ahora nos ocurre no es novedad, lo que sorprende es que con tantos avances en la ciencia y la tecnología los seres humanos nos encontramos desorientados, ansiosos, desubicados.
El prestigiado psiquiatra Enrique Rojas se pregunta:
¿Qué ha pasado en las últimas décadas en nuestra cultura para que esto se haya producido? ¿Cuáles son las claves que explican este fenómeno de perder el derrotero y no encontrar el trazado para dirigir la vida personal hacia buen puerto?
La Historia que es memoria de la humanidad y maestra de la vida nos invita a repasar sus páginas y a encontrar estas lecciones de nuestras sociedades:
1.-La primera dimensión se llama búsqueda. ¿De dónde vengo, adónde voy, para qué y para quién estoy aquí?. para la cual sólo Dios tiene respuesta, mejor dicho, para la cual sólo Dios es la respuesta. Descubrir el Amor, la Verdad, el Bien, la Belleza.
2.-La segunda dimensión de un camino seguro se llama acogida, aceptación.
Encarnar (hacer vida) el ideal en el que se cree.
3.- Coherencia, es la tercera dimensión de un camino sólido y seguro. Vivir de acuerdo con lo que se cree. Ajustar la propia vida al objeto de la propia adhesión. Aceptar incomprensiones, persecuciones antes que permitir rupturas entre lo que se cree y lo que se vive, esta es la coherencia. Aquí se encuentra, quizás, el núcleo más intimo de la fidelidad y por tanto de nuestra felicidad.
Se predica lo que se ama, lo que se vive.
4.- Pero toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la duración. Por eso la cuarta dimensión de la fidelidad es la constancia. Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Difícil e importante es ser coherente toda la vida.
Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, difícil serlo en la hora de
la dificultad, de la contradicción, del dolor y del sufrimiento. Y sólo puede llamarse fidelidad a una coherencia que dura a lo largo de toda la vida.
Este es el camino que han recorrido las sociedades a lo largo de su historia para ser verdaderamente felices.
Lo nuestro es pasar haciendo camino…
Caminante…No hay camino, se hace camino al andar.