CULIACÁN._ Donel es un hombre de 46 años de edad habituado a los paisajes marinos: es pescador de la comunidad Las Aguamitas, un pueblo donde muchos de sus habitantes están acostumbrados a vivir del mar. Su salida fue tan emocionante como el océano, porque para él, salir de su hospitalización fue quizás como ir de nuevo al encuentro del mar.
Hombre curtido por el sol y de manos fuertes por la vida dura de los que trabajan en el mar, no pudo contener el llanto al escuchar la voz de su esposa y sentir las muestras de cariño del personal de salud.
«Gracias enfermeras, médicos, camilleros, a todos los que hicieron posible que mi esposo se recuperara, muchas gracias. Dios los bendiga siempre y los cuide», dijo su esposa.
Sentado en su silla de ruedas, cuando se dirigía a la salida, los ojos del pescador se inundaron de lágrimas.
A finales de abril se empezó a sentir mal. Le dio fiebre acompañada con dificultad para respirar; ante un mínimo esfuerzo sentía que le faltaba el aire. Tenía pérdida del apetito, mal sabor de boca y malestar general. Le dolía la cabeza en la parte frontal y sentía pulsaciones. Fue ingresado al Hospital General de Culiacán por Covid-19 de acuerdo a los protocolos de salud y en base a sus síntomas.
Las imágenes tomadas por la tomografía axial computarizada confirmaron la presencia de lesiones en ambos pulmones y el diagnóstico fue confirmado al obtener un resultado positivo de la técnica de RT-PCR para SARS-CoV-2, el virus que ocasiona el Covid-19.
El paciente tiene además una diabetes mellitus tipo 2 con cinco años de evolución sin tratamiento. Durante dos semanas recibió atención médica en una de las áreas para pacientes Covid-19 del Hospital General de Culiacán, mostrando mejoría clínica por lo que fue dado de alta con oxígeno suplementario por mascarilla con reservorio.
Para Donel, existe una nueva ocasión de esperanza y de nuevos horizontes marítimos.
