CULIACÁN._ En un día, las mujeres realizan ocho horas de jornada laboral no remunerada mientras que los hombres solamente dos. Además, apenas dos de cada 10 mujeres pueden deslindarse completamente de las tareas del hogar y dedicarse exclusivamente a su trabajo remunerado. Las demás deben de tener la doble jornada o múltiples y tener doble presencia, es decir, estar laborando en un lugar físicamente pero emocionalmente también resolviendo cuestiones del hogar y de su familia.
Así lo indicó Leonor Tereso Ramírez, investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa, quien agregó que falta socializar en las familias que si todos viven en un mismo hogar tienen que cooperar de la misma manera, pues a ello se suman trabajos que aún permanecen invisibles como el de cuidados o el de los afectos, que genera mucha ganancia pero sigue siendo parte de la violencia hacia las mujeres.
“Hace falta lo que es la corresponsabilidad en cuanto delegar también el trabajo doméstico a los otros miembros de la familia. Que no solamente se considere como ayuda, sino que también hombres y adolescentes (hijos e hijas en general) puedan también asumir la responsabilidad del trabajo doméstico. El hecho de que los hombres también realicen trabajo doméstico se enaltece o se dice ‘que buen hombre te tocó, te ayuda mucho, pero no es así. Lo que se trata aquí es enseñarle a la sociedad, concientizar y sociabilizar”, comentó la experta.
Tereso Ramírez dijo que hay algo denominado “techo de cristal”, que muchas de las instituciones o empresas no permiten que las mujeres ocupen puestos relevantes, con mayores salarios debido a estos dichos en el que supuestamente las féminas aún no saben tomar decisiones, no saben negociar, les hacen falta ciertas capacidades y eso frena mucho que muchas de ellas, aun teniendo la preparación necesaria, no puedan ocupar puestos importantes.
Con información del José Luis Pérez
