El pasado martes 28 de enero durante El Pulso de la Salud, que es parte de la conferencia “mañanera” del presidente AMLO y su Gabinete de Salud, el subsecretario de prevención y promoción, Dr. Hugo López-Gatell, expuso los cuatro objetivos del Instituto de la Salud para el Bienestar (Insabi), que son: garantizar el personal de la salud, 14 mil por año hasta alcanzar la meta de 70 mil médicos, enfermeras y promotores de la salud; rehabilitar la infraestructura física; lograr el abastecimiento de medicamentos y equipos, donde el Gobierno federal propone adquirir equipo médico de alta tecnología por el orden de los 2 mil 500 mdp; y regularizar al personal del sector de la salud.
Asimismo, el subsecretario presentó dos láminas donde exhibía los estados adheridos al nuevo Insabi, con 11 estados no adheridos (9 del PRIAN, el Bronco en Nuevo León y el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco en Morelos, del PES); al IMSS para el Bienestar con 5 estados no adheridos (todos del PRIAN, 2 del PAN, 2 del PRI y 1 del PRD) y también las entidades que aceptaron “conceder al Gobierno federal la facultad de organizar las compras consolidadas” (seis estados no aceptaron). Pero si las compras consolidadas se rigen por el principio de economías de escala, es decir, que a mayores montos de compra, menores precios de venta para generar ahorros considerables, entonces ¿por qué los gobernadores de Aguascalientes (PAN), Guanajuato (PAN), Tamaulipas (PAN), Jalisco (MC), Nuevo León (el Bronco) y Morelos (PES) no aceptaron?, ¿será por la corrupción y el dinero que ha generado por años ese abusivo “negocio” del gobierno?, ¿acaso estos seis gobernadores temen perder esos beneficios de compras estatales?
El caso más lamentable es el del gobernador del PAN en Tamaulipas, Cabeza de Vaca, ya que no solo no aceptó la propuesta del Gobierno federal de adherirse a las compras consolidadas, sino que además tampoco se sumaron al esquema del nuevo Insabi y tampoco se adhirieron al IMSS para el Bienestar. Sobre estas seis entidades, el subsecretario de Salud dejó muy claro que “para 2020 estos estados estarían por su cuenta para enfrentar cualquier reto de abastecimiento de medicamentos de manera directa, dado que ellos decidieron continuar con sus mismos mecanismos de compra”.
No es ningún secreto que los problemas más graves en México son la inseguridad y la economía, pero también tenemos un reto enorme en materia de educación y salud en todo el país. Sin duda, de estos cuatro rubros el que mas lástima a los que menos tienen es la falta de un sistema de salud que realmente cubra las necesidades de medicamentos, equipo, hospitales y personal para atender a la gente. Estos gobernadores juegan a la política con lo más sagrado que tiene una familia, la salud.
Si el Gobierno federal logra todas estas metas que nos ha prometido en el sector de la salud, en hora buena para México; pero sino, entonces será la propia resistencia ciudadana quien organice una oposición digna, que no esté “moralmente derrotada”, como sí lo están los partidos políticos ante los ojos y oídos de millones de ciudadanos. Algunos dirán que es cuestión de tiempo, pero tiempo es justo lo que no tienen miles de personas, niños, mujeres y ancianos que están desesperados por la urgente necesidad de atención médica para ellos o sus familiares.
Yo quiero invitar a todos los ciudadanos que sí nos alcanza para tener un seguro de gastos médicos mayores pagado, a que no seamos indiferentes a la corrupción en el sector de la salud, o al desabasto de medicinas, seamos solidarios como sinaloenses y como mexicanos, porque no hay nada más triste e impotente que tener a un familiar enfermo y no tener dinero para curarlo o su derecho para acceder a su oportuna atención médica. México no se divide entre sanos y enfermos, ni debe enfrentarse entre ricos y pobres; porque todos nos necesitamos para vivir felices y en paz.