OPINIÓN

Chihuahua es un ejemplo para Sinaloa

Cuentan que un agente de la policía municipal en Chihuahua estaba en medio de una encrucijada entre renunciar o no a su labor y terminó por confensarle a alguien de su entera confianza lo siguiente: “No tengo cara para decirle a mi hijo que tendría que salir del selectivo de natación del Club al que tenemos derecho a acudir por que estoy pensando en cambiar de trabajo”. Y con certeza, esta misma persona, concluyó enseguida: “Por mi hijo que tanto amo, seguiré siendo policía municipal”. Cuando escuché esta anécdota me invadió un sentimiento de incredulidad y me pregunté a mi mismo: “¿Será que los policías de allá tienen un Club con alberca y actividades diversas para disfrute exclusivo de sus familias?” Como es mi costumbre investigué y mi sospecha se desvaneció. En efecto, en la capital de Estado de Chihuahua, los responsables de la seguridad pública tienen una prestación a las que las clases medias altas acceden por miles de pesos y que se hace tangible en un espacio físico que incluye canchas deportivas de basquetbol, ráquetbol y futbol rápido, alberca recreativa con palapa, la mejor alberca techada deportiva de la Ciudad y salón de fiestas por una módica cantidad mensual, mucho menor a lo que cuestan 2 entradas para ver una película en el cine.

Todo esto se ha dado gracias a una serie de hechos que marcaron socialmente a este gran estado del norte del país combinado con una buena dosis de voluntades positivas en favor de la comunidad, pero, fundamentalmente al producto de la sinergía de todo lo anterior: El FICOSEC. Después de una gran crisis que detonó en el alza significativa de delitos de alto impacto en Ciudad Juárez y en Chihuahua, un pequeño grupo de empresarios encabezado por Luis Lara Armendáriz decidieron pasar de la queja y la denuncia a la propuesta y a la aportación. Así, Don Luis, como se le conoce, compartió su responsabilidad en su empresa American Industries, que les da servicio a los sectores automotriz, médico, electrónico y aeroespacial, con el compromiso con su comunidad. En lugar de pensar en irse de Chihuahua a vivir a otro lado, pensó mejor en convocar a sus colegas empresarios para agarrar el toro por los cuernos.

Después de haber superado los detalles de consenso político, legal y fiscal, estos empresarios lograron diseñar un organismo financiado por ellos mismos con una contribución extraordinaria autoimpuesta en el gravamen sobre nómina. Años antes habían fundado FECHAC, algo así como el CODESIN, con una fórmula muy parecida, sólo que en está ocasión su máximo órgano de decisión terminaba siendo un contrapeso real del componente sociedad civil frente a la representación gubernamental: De sus 24 miembros 20 son de sector empresarial y sólo 4 de gobierno.

Hoy 42 mil empleadores aportan una cantidad global para 2019 de 160 millones de pesos. Este esquema está vigente desde 2013 y concluirá en 2022. A través de esta grandiosa idea, en la que los empresarios de Chihuahua demuestran su buena vecindad, es que un policía como el de la anécdota inicial puede llevar a sus hijos, su esposa, sus papás y los suegros a un Country Club policial. Dicho sea de paso, este complejo tuvo un costo inicial de 80 millones, pero a su mantenimiento se destinan otro tanto de recursos importantes. Por el límite de espacio y tiempo al que se ajusta esta reflexión no puedo hablar de la lista completa de beneficios a los que se destinan el resto de los recursos de FICOSEC, pero imaginemos: programas preventivos, contra las adicciones, de generación de información clave, de ayuda telefónica, entre otros.

De hecho, la semana pasada estuvo aquí el Director Estatal de este organismo. Tuve la fortuna de saludarlo. Se llama Arturo y tengo de él la mejor impresión. ¿A qué creen que vino? A conocer el Museo Interactivo contra las Adicciones. Están pensando en hacer un complejo similar allá en Chihuahua para el próximo año. ¿De dónde creen que saldrán los recursos para construir este nuevo espacio en Chihuahua, de autorizarse? De la buena voluntad de sus empresarios a través de su FICOSEC.

Empresarios como Don Luis Lara Armendáriz aquí en Sinaloa conozco a varios. Arturo también me dijo en voz baja: “cuando gusten asesoría cuenten con ella”. Si tomamos nota de este gran ejemplo del que orgullosos se sienten Don Luis y Arturo, estoy seguro que en Sinaloa podrán suceder cosas también grandiosas. Que así sea.

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