Septiembre, el mes de la patria
Estamos iniciando el mes de septiembre Y con el las celebraciones de nuestras fiestas patrias. Empezamos a ver las banderitas tricolores Y todos los motivos alusivos a estas celebraciones.
Que bueno que seamos tan alegres Y que celebremos con entusiasmo todos estos acontecimientos. Que nos pongamos pelucas tricolores, que nos pintemos nuestras mejillas con los colores de nuestra bandera, que disfrutemos los platillos típicos de México Y qué gritemos muchas veces que viva México.
Sin embargo sería mucho mejor que además de eso celebráramos a México de manera más profunda. Me explico:
Hace 49 años cuando llegue a trabajar al Instituto Chapultepec de Culiacán conocí a un maestro de origen español llamado Don Fernando Linares Mendoza, quien me dio la bienvenida y me pregunto ¿De donde eres? Y le contesté que de Guanajuato, entonces me dijo “pues yo soy más mexicano que tu”. Porque tu eres mexicano porque aquí naciste sin pedirlo, tienes un acta de nacimiento que así lo especifica, pero yo soy mexicano porque libremente lo escogí, me da la gana de serlo, yo estoy aquí porque amo a este país, Y trabajo duro para educar a las nuevas generaciones que construirán una mejor sociedad. Luego soltó una gran carcajada.
Reímos los dos. Pero me quedé pensando que tenía mucha razón. No basta llamarse mexicano por el hecho de que uno haya nacido aquí y tenga un acta de nacimiento. Ser mexicano es mucho más que eso. Es tener conciencia de nacionalidad, lo cual implica a actuar de manera responsable para corresponder a lo mucho que hemos recibido de las generaciones que nos precedieron.
Hoy tenemos una libertad que no conquistamos, unas instituciones que no construimos, unos beneficios que hoy disfrutamos Y que costaron a nuestros abuelos y ancestros sangre, sudor y lágrimas.
Pon en una balanza todo lo que hemos recibido Y del otro lado lo que hemos aportado ¿hacia donde se inclinaría la balanza?
Ser mexicano es contribuir para que el país siga mejorando, de tal manera que a través de nuestro trabajo ordinario bien hecho, con competencia profesional, con puntualidad, con responsabilidad un día y otro también, vayamos construyendo un país más grande y más justo.
Ser mexicano es cumplir cabalmente con la responsabilidad de formar familas bien educadas con matrimonios comprometidos y estables, forjadores de hijos que son una solución para las necesidades que tiene el país.
En lugar de una actitud de queja frente a los problemas, aportamos soluciones y participamos en alguna de las muchas labores que nuestra sociedad necesita.
Seamos protagonistas de la nación con la que soñaron nuestros héroes.
Estos son algunos ejemplos de lo que podríamos hacer para que nuestra alegría tenga sustento Y podamos decir que ¡Viva México.!