Presta sus horas, para dar amor a los abuelitos de un asilo
CULIACÁN.- Cada dos veces por semana, Sara Isela López Zavala va por las tardes a brindarles un par de horas de calidad a adultos mayores que viven en la casa hogar de la asociación “Acción Solo por Amor”, momentos de atención, charlas y curaciones, son algunas de las actividades que realiza junto a ellos.
“Desde que llegue aquí dije: ‘este es mi lugar, este es el lugar que tanto tiempo estuve buscando, yo no me puedo ir de aquí yo tengo que formar parte de esto’ a mí me conmovió mucho la historia de un abuelito al que un sobrino lo cuidaba, pero también lo golpeaba, lo tenían arrinconado sin alimentarse bien, fue cuando yo dije ‘no, yo hago más falta aquí que en otras partes’”.
A pesar de que trabaja por las mañanas, estudia derecho por las tardes y tiene dos hijos que atender, Sara explicó que para las 6:00 de la tarde ella ya está en la asociación para darles de cenar, apoyar a las enfermeras tomándoles la presión a los adultos y aseándolos hasta que estén en la cama.
“mis ocupaciones son muchas, pero cuando a ti te gusta algo, te das el tiempo necesario para enfocarte, lo bonito es lo que sientes, no creas que salgo cansada de aquí, me voy con una sonrisa contenta de saber que pude hacer algo por los abuelitos, parezco loca, me voy riendo sola por la calle porque es algo que me llena, es una satisfacción tan grande poder ayudarlos. Ver sus caritas de te extrañé, ¿porque no venias? Entonces eso dime ¿cómo lo pagas?
El afecto y el agradecimiento que siente por parte de los adultos mayores, es la mejor recompensa, señaló que sin necesidad de llevarles algo, ellos agradecen la compañía pues están solos la mayor parte del día.
“Ellos sienten cuando la gente los ayuda realmente y los atienden con amor, la mayoría vamos a llegar a la vejez ¿porque no empezamos a contribuir con los abuelitos desde ahorita que podemos? Que tenemos fuerza y tiempo. Si tienen abuelitos comiencen con ellos, si tiene una deficiencia física abrázalo, apapáchenlo, muchas veces pierden la noción de tiempo y de las cosas, pero nunca perderán la sensibilidad”.
Sara ha convertido sus visitas al asilo en una parte de su rutina. Reconoció que algunas personas quizás no tengan la posibilidad de trasladarse a uno de estos centros, sin embargo, les sugiere a las personas comenzar desde sus hogares atendiendo a los abuelitos, que a pesar de que cuenten la misma historia una infinidad de veces, lo que quieren es sentirse amados y parte de la familia.
