CULIACÁN. – Sin importar el riesgo que representa para ellos danzar en los cruceros, Julio, Magdalena y Juan salen todas las tardes a diferentes puntos de la ciudad para compartir y mantener la cultura folclórica en los habitantes de Culiacán.
Con la esperanza de que los automovilistas se olviden un momento de sus preocupaciones y los apoyen con una moneda, los tres jóvenes se ponen su vestuario y pintan una sonrisa en su rostro para transmitir su amor por la música regional.
“Nuestro afán es que el pueblo se siga cultivando, pero no podemos hacerlo a una comunidad marginada con vestuarios desgastados, necesitamos que las personas se distraigan, pero con algo bueno. Gracias al apoyo de la ciudadanía hemos logrado lo que se puede ver como la compra de sombreros, pañoletas, blusas y faldas”.
A pesar de que una pareja de su grupo de danza perdiera la vida al ser atropellados en un crucero el pasado octubre, han decidido continuar en las calles, pues a falta de apoyo gubernamental necesitan recursos para sus vestuarios.
El trío de bailarines platicó que el carisma que trasmiten a la hora de bailar contagia a los espectadores pues más de uno se ha bajado de su vehículo para bailar junto a ellos durante los segundos en los que el semáforo permanece en rojo.
