Vacaciones, aprovechemos el tiempo para actualizar nuestro proyecto de matrimonio
Salimos del templo con una Acta de Matrimonio, no con la garantía de que seríamos felices. Lo demás depende de los novios.
¿Cuál era tu proyecto de matrimonio el día de la boda?
Hoy a los 5, 10, 15 20, 30, 40, 50 años… cambia la edad, los hijos, las circunstancias…
Hoy no cambia el objetivo de ser felices en y a través del matrimonio.
Hace unos años un matrimonio amigo cumplió 50 años de casado, al felicitarlos les pregunté ¿cuál es la clave para mantenernos unidos y felices?… Con una felicidad REALISTA, no de cuento de hadas, me dijo mi amigo: Cumple tus promesas. ¿Cuáles?, le pregunté… Las que hiciste el día de tu boda: prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso; en la salud y en la enfermedad; amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Estas promesas se hacen realidad día a día, en cada momento de la vida ordinaria.
Comunicación: poner la vida en común en las circunstancias actuales.
Plantearse objetivos comunes: dos en uno y uno en dos.
Preguntas que nos conviene plantearnos con frecuencia y reflexionar juntos las respuestas.
Para tu proyecto matrimonial hoy ¿cómo necesitas ser querido (a)?
1.- ¿Cómo necesitas ser reconocido? ¿Con qué acciones y palabras de reconocimiento necesitas ser valorado?
¡Admírense!
2.-Tiempo y atención que necesitas.
3.- ¿Qué acciones de servicio oportuno requieres ahora?
4.-¿Con qué detalles te gustaría que hoy te siguiera reconquistando?
5.- Hoy ¿cuáles son las caricias, intimidad y trato delicado que necesitas?
Recuerda que amar es entregar lo mejor de ti en el momento y del modo como la persona amada lo necesita, por lo que no existe ningún amor que no pida como precio la vida.
EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO:
AMAR AL OTRO COMO DIOS LO AMA.
¿Y CÓMO LO AMA?… ABSOLUTAMENTE, SIN CONDICIONES Y CON LA MAYOR PERFECCIÓN.
Recuerden: Ilusiones sin acciones… son alucinaciones.
Compromisos concretos.
