¿De qué hablará un ex alcalde en un espacio tan escuchado como el tuyo? ¿Qué compartirá alguien que, como yo, fui diputado al Congreso de nuestro estado? Quizá la mayoría de los radioescuchas se contestarán: Miguel, seguramente nos hablará de la actividad política y de sus implicaciones en nuestro entorno.
Es posible que algunos de los que me conocen personalmente también registren que en mi vida académica he tenido la dicha de impartir catedra en varias de las Universidades de referencia de nuestra comunidad. En relación a esta parte de mi experiencia personal, tal vez un porcentaje de nuestro auditorio concluya que abordaré temas vinculados al aprendizaje en las aulas.
Siento mucho desilusionar a quienes tengan esa fugaz expectativa por que no hablaré de los políticos, ni de los académicos como los protagonistas de este espacio.
Mi intención es provocar una reflexión colectiva de los beneficios que implican ser buenos vecinos y contar con ellos en una Ciudad como la de nosotros: Culiacán.
¿Cuándo es el momento más idóneo para iniciar con la tarea de ser buen vecino?
Momentos ideales hay muchos. Marzo tiene muchos pretextos: El inicio de la primavera, el día de la felicidad(que se celebra el 20 de marzo), el arranque de la cuaresma, el día internacional de la mujer, el día de San Patricio, entre otros motivos. Pero no tiene que ser un mes específico, ni un día tampoco. Pueden aprovechar el nuevo amanecer de un día común o el atardecer o un día de rico calor o de aire fresco. En fin, el momento idóneo para empezar a ser buen vecino lo decides tú.
Así lo decidieron un par de policías de nuestra Ciudad la primera semana de este mes al encontrarse accidentalmente con un cajero automático que aventaba dinero a discreción y que los enfrentó a un dilema ético que no es sencillo de resolver en el ser humano: aprovecharse de la situación y beneficiarse personalmente del hecho o reportar el incidente y salvar su expediente de buen comportamiento. Ellos resolvieron este dilema devolviendo 40 mil pesos y reportando la falla del cajero automático.
¿Qué hubiera hecho Usted querido radioescucha? ¿Cuántos amigos y familiares estarán felicitando a estos policías o condenándolos de poco inteligentes? ¿Hasta qué punto esta historia tiene similitud con hacer trampa o no en nuestra vida cotidiana? ¿Pasarse la fila del banco, el rojo del semáforo, ofrecer mordida, no pagar impuestos, tirar basura en donde está prohibido, molestar a tu vecino con el alto volumen de tu música a altas horas de la noche, que tanto se parece a aprovecharse de un indefenso cajero automático vuelto loco tirando dinero?
Lo que pretenderé hacer todos los viernes, que me aceptes en este tu programa, es una invitación a sumergirnos en la cotidiana encrucijada entre ser vecinos responsables, comprometidos, amigables, participativos y abandonar la apatía y la falta de orgullo positivo por nuestra Ciudad.
Muchos hemos escuchado que los ejemplos de buen comportamiento vecinal están situados muy lejos de nosotros: En Noruega, Japón, Suecia, Canadá o Australia. Muchos han asegurado que por nuestras venas corre un ADN que hace imposible el buen comportamiento. Yo en estas mañanas que me regalaras Victoria, vengo a desafiar a los fatalistas y a invitar a quienes nos escuchan a aprovechar nuestros momentos para ser buenos vecinos.
Aquí una pequeña lista de motivos de los que nos podemos agarrar para iniciar este proceso. Propongo empezar a cambiar nuestro pensar para pasar de presumir nuestra tragedias y desgracias narradas en las historias cantadas por el armonioso sonido del sauce y la palma y el toro mambo. Propongo presumir la gastronomía de nuestros ceviches, agua chiles y horchatas en lugar de la vergüenza por la celebración de los disparos al aire en año nuevo.
¿Cuántas ciudades en el mundo no estarían mejor presumiendo que son sede del mejor equipo de base ball en su país o que alguien como Maradona se adaptó sorprendentemente a la Ciudad en lugar de hablar con orgullo de otras cosas?
¿Vamos presumiendo con nuestras acciones lo positivo que Culiacán tiene para el mundo?
¿Vamos elevando nuestra calidad de vida siendo un ejemplo de buen vecino?
¿Vamos empezando por saludar al vecino que día con día nos topamos, pero que ignoramos a su paso?
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Miguel Calderón
