Los tiempos han cambiado, las costumbres y los intereses no son los mismos que unos años atrás. La tecnología ha invadido a personas de todas las edades.
Con tan solo meses de edad, los bebés se hacen dependientes a los dispositivos móviles.
Artículos de entretenimiento como los juguetes ya no dan batalla a los pequeños e incluso no intentan interactuar con ellos, debido a que desde un inicio reciben tecnología como tablets.
Esta navidad, vendedores del centro de la ciudad continúan en la lucha por vender su mercancía infantil, con dificultades para que los padres se interesen por un entretenimiento dinámico que ejercite la destreza de los infantes.
“A los niños de 5 años no deberían de regalarle cosas electrónicas, es echar a perder su infancia, no saben hacer otra cosa más que estar metido en el teléfono o en la tablet. Ese es el detalle de ahorita que se los regalan solo para que no molesten.”
Con el objetivo de vender en esta temporada, algunos ofrecen juegos que consideran no ser aptos para el crecimiento de los niños, como: armas, cohetes o todo aquel que se relacione con la violencia, sin embargo, existen comerciantes que prefieren no ser partícipes en fomentar la violencia sin importar que no obtengan ganancias.
“Ya no quieren los tamborcitos, los tractores de fricción o muñequitas, los juguetes bélicos si, la pistola tiene que hacer ruido y disparar. Yo tengo muñecos que bailan y cantan, dragones, no vendo pistolas aunque si me las han encargado pero no quiero fomentar la violencia, si los escuchas jugar lo primero que dicen es: muérete o ya te maté. Por eso mejor no.”
La inseguridad que se vive en la ciudad, ha influido para que la sociedad vea normal los actos delictivos, por lo que al comprar un juguete que fomenta la violencia les es insignificante y no se detienen a pensar el escenario que el menor construye a la hora de jugar.
Con información de Heidi Fonseca
