A ocho años de que iniciara la Revolución Mexicana, en el edificio que hoy alberga las oficinas del Ayuntamiento de Culiacán, se puso en operaciones el hospicio Francisco I. Madero, una institución que con el paso de los años se convertiría en la primaria Josefa Ortiz de Domínguez, una de escuelas más antiguas y de mayor tradición en Culiacán.
Inés Medina Carrillo, directora de este plantel con cien años de historia, cuenta que en el año 1918 se tomó la decisión de crear el orfanato para albergar a los menores que habían perdido a sus padres durante la guerra. En este lugar, además de ofrecerles un espacio para dormir y resguardarse se les impartía educación básica.
Para el año 1962, narra, se decidió cambiar las instalaciones al cruce de las calles Francisco Villa y Jesús Andrade, donde a la fecha se mantiene como una institución dedicada a cultivar el conocimiento y el aprendizaje de cientos de niñas.
“En el edificio del Ayuntamiento estaba inicialmente. El segundo piso funcionaba como hospicio, donde dormían las niñas; y en primer piso bajaban a clases. En 1962 se trae a este espacio ya con las aulas que se ven. Ya las niñas no se quedaban, pero sí asistían por las mañanas y por las tardes”.
Luego de mudarse al lugar donde actualmente se encuentra, ‘La Josefa’ como le llaman se enfocó a la educación para niñas, lo que a la fecha se mantiene como una tradición, pues pese a que desde hace dos ciclos escolares está abierta para el registró para varones, a la fecha ninguno ha sido inscrito.
“Actualmente tenemos 562 alumnas lo que nos permite seguir trabajando en estas instalaciones, pero también nos da un alto compromiso para poder seguir con el legado del origen de la escuela. Es una escuela única en su especie. Ya está abierta la escuela para recibir niños, pero tradicionalmente la sociedad de Culiacán sigue inscribiendo sólo niñas”.
La demanda que mantiene este plantel educativo se mantiene vigente. Incluso, por este motivo ha tenido que incrementar los grupos de quinto grado. Asimismo, se ha adaptado a las necesidades y lo que marcan los contenidos académicos, así como incluir un área de Usaer, la cual está pensada para dar apoyo a los menores que lo requieran.
Este lunes 12 de noviembre, la primaria Josefa Ortiz de Domínguez celebró sus primeros cien años, con el compromiso de mantenerse en pie para sumar más generaciones y mantener la semilla de la tradición en la capital sinaloense.
“Somos una escuela reconocida a nivel zona, sector y a nivel estatal. Estos son los primeros cien años y vamos por más”.
Con información de Cristina Medina