Cuando Lidia Beltrán a tenía 31 años se detectó una bolita pequeña en el seno, acudió al médico general, al ginecólogo y le diagnosticaron fibrosis
A los dos años ya había crecido, sintió molestias hasta en su brazo, acudió nuevamente con un médico el cual le manda hacer varios estudios entre ellos un ultrasonido, al ver irregularidades en la clínica le hacen una mastografía la cual resultó positiva, tenía cáncer.
“Desde el ultrasonido ya empezó la corredera de gente, me hacen la mastografía me dicen sabes que espérate te la vamos a dar, siendo que tardan de 3 hasta 15 días, me quedo, me lo entregan pero me dicen que entre con cierta persona el encargado de la clínica, me dice hay un foquito rojo ocupas ir con un oncólogo”.
Se viene su mundo encima, se hace una biopsia y le confirman la enfermedad en un grado avanzado que no era operable, se le ha medicamento con la esperanza que disminuya el tumor, no se logra, pero le realizan la mastectomía.
«un tumor mayor a 5 centímetros por ley medica no es operable, me voy a quimioterapias fuertes para ver que tanto puede reducir, no redujo lo que el doctor pensaba pero de todos modos entro a quirofano y me dan otras 4 quimioterapias y 28 radiaciones».
El cáncer de mama prácticamente estaba superado, sin embargo, se le detecta una lesión ósea, una metástasis en el hueso de la pelvis, la someten a un nuevo tratamiento, a los días en el otro seno se detecta una bolita pequeña.
«ya no la pienso mucho acudo a la clínica, otra vez la correteadera, otro foquito rojo y me vuelven a diagnosticar cáncer de mama derecha, entre directamente a quirófano, me realizan un scaner completo y me entregan los estudio y me sale que tengo metástasis en pulmón».
Este último cáncer requería un tratamiento que no estaba en el cuadro básico del Seguro Social y su costo se elevaba a los 700 mil pesos, perdió la esperanza, le recomiendan demandar al IMSS y ganó.
«cada ampolleta tenia un valor de cien mil pesos y ocupaba mínimo de 6 a 7 ampolleta, dije ni en mis sueños, ni vendiendo mi casa, un medico me sugirió que demandara, económicamente no estaba ni para demandar, comento con conocidos y uno de ellos me dijo sabes que yo te pago el abogado, gano el juicio en un mes y no me pones 6 o 7 me ponen 17 ampolletas, me realizo nuevamente el estuddio y sale limpio pero un nodulo toco pared y me resulta cáncer de piel».
Para este tipo de cáncer también requiere de un tratamiento especial, nuevamente demanda al seguro social y gana, recibe su medicamento con el cual ha tenido avances en su salud.
“Voy para 5 años, tengo 38 años, gracias a dios por que no me daban ninguna año de vida, así drásticamente me dijeron que aguantaba un año”.
Lidia asegura que la principal herramienta que le ha ayudado a sobrevivir a estos cánceres es la actitud, ser positivas no por sus dos hijos pequeños, si no por ella misma, para tener salud y poder brindar lo mejor de ella a su familia.
