La semana pasada salió a la luz un supuesto oscuro pasaje de la vida de Julio César Chávez escrito en su libro.
El relato era acerca de la ocasión en la que presuntamente el ex pugilista mexicano inhaló cocaína en una visita al Vaticano, en 1995.
Según el texto y el testimonio de su hermano, Julio César le solicitó permiso para conocer su habitación, y una vez adentro, le pidió el baño prestado, donde sacó de su bolsillo un sobre con cocaína que aspiró.
«Discúlpame, Diosito», dijo el ex boxeador, antes de entrar al sanitario. “Perdóname”.
No obstante, Julio César desmintió la versión este viernes en exclusiva con Ventaneando e incluso su historia es diferente a la contada en el libro.
El ex boxeador azteca expresó que le entusiasmaba ver al sumo pontífice en una reunión durante sus vacaciones en Europa, pero no le fue posible ya que Juan Pablo II tuvo que salir y en su lugar tuvo una comunidad con otros representantes de la comunidad papal.
Sobre el polémico incidente, Chávez apuntó que »por más drogado que esté no lo haría, no ante Dios».
