Hoy se cumple una semana del azote de la depresión tropical 19-E en el centro y norte de Sinaloa.
En la colonia seis de enero de Culiacán, tres mujeres desaparecieron cuando el cauce del arroyo del piojo se desbordó.
Rosa, de 87 años tenía cinco décadas viviendo frente al arroyo, fue la primera víctima de la torrente. Andrea y Carmelita, sus vecinas, intentaron salvarla sin embargo, también fueron arrastradas por la fuerza de la naturaleza.
Al día de hoy sólo el cuerpo de Andrea ha sido localizado. Ya fue velada y sepultada en su natal Guasave. Tenía 28 años y tres hijos.
Del paradero de Rosa y Carmelita no hay rastro. La brigada de búsqueda se reforzó con siete kayaks, drones, y jet ski. La zona de búsqueda se divide en ocho sectores desde el arroyo del piojo hasta la presa derivadora, pasando por el río humaya.
Participan 300 elementos militares, policías estatales y municipales, rescatistas de protección civil, bomberos y grupos de rescate locales y otros proveniente del norte y centro del país. Humberto Zenón, coronel de infantería del ejército mexicano encabeza la búsqueda y dirige la base operacional.
«El gran arrastre que hubo sobre el cauce del río y la propia vegetación, los accidentes que se encuentran a lo largo del río han complicado la búsqueda.»
Al pie de la presa derivadora, Norma, hija de doña Rosa hace guardia de sol a sol. Aún no cree que su madre, acostumbrada a la creciente del arroyo, se encuentre desaparecida.
«Yo lo que quiero es encontrar a mi madre… Desde las cuatro de la mañana me desperté con una zozobra, así como ganas de gritas, de llorar y de pedirle a dios, me puse a rezar y ojalá y me escuche. Yo siento que hoy alas vamos a encontrar…»
Con la imagen de su madre entre brazos, Norma le pide a dios encontrar pronto a su madre y a su amiga Carmelita para darle a ambas, santo sepulcro.
«No quieren aparecer las amigas pues… Son amigas desde hace muchos años… Se quieren mucho y no quieren salir… A la mejor ya se cansaron de estar en el agua, hoy salen… Hoy van a salir…»
La búsqueda de Rosa y Carmelita se reanuda muy temprano y hasta que la luz del sol lo permite. De no encontrarla en próximas horas, la brigada explorará otros cuerpos de agua aledaños al río humaya.
Con información de Juan Pablo Pérez Díaz
