Muchas de las parroquias de la Diócesis de Culiacán sirvieron para refugio para la población durante las inundaciones y luego como centros para dar alimento y ayuda a los afectados, pero también hubo templos que resultaron con severas afectaciones por las intensas lluvias, comentó el padre Esteban Robles Sánchez.
El vocero de la Diócesis de Culiacán dijo que se está realizando un levantamiento para determinar los daños en los templos, pero hasta el momento comentó que la Iglesia de San Antonio de Pádua en Ahome y la del Sagrado Corazón en Los Mochis, así como la capilla de la Comunidad “El Seis” en Jaguara, quedaron en mal estado.
Robles Sánchez expresó que por ahora lo más importante es atender a la población afectada y está fluyendo ayuda de parte de Cáritas.
Reconoció que hay comunidades a las que es casi imposible tener acceso como en la zona del Carrizo en el norte del estado por la inundación.
Indicó que algunas parroquias como San Joaquín y Santa Ana en Culiacán, fungieron como refugio y ahí se les dio alimento a los vecinos que prácticamente perdieron todo.
Con información de Katia Rivera.
